La sesión de la Cámara de Diputados de la Nación celebrada ayer para debatir el veto presidencial a una ley que proponía un aumento en los haberes jubilatorios dejó en evidencia una división interna en el radicalismo correntino, que a solo semanas de su elección interna, enfrenta tensiones entre sus facciones.
El foco de atención se centró en un diputado de la Unión Cívica Radical (UCR), Manuel Aguirre, quien votó en contra del veto presidencial junto a tres diputados del Partido Justicialista (PJ) correntino: Nancy Sand, Christian Zulli y Jorge Romero. Esta votación contradice la postura del oficialismo nacional y, particularmente, la de otros diputados correntinos de la UCR y sus aliados, que apoyaron la posición del presidente Javier Milei.
Entre los que votaron a favor del veto estuvieron Lisandro Almirón (La Libertad Avanza), Sofía Brambilla (PRO) y Federico Tournier (ELI), quienes respaldaron el freno al aumento en los haberes jubilatorios propuesto por el Ejecutivo. Tournier, quien recientemente asumió en reemplazo de Alfredo Vallejos, actual ministro de Seguridad en Corrientes, se mantuvo alineado con los sectores más conservadores de la coalición gobernante.
La votación ha avivado las especulaciones sobre una posible realineación política en la provincia. Analistas y operadores locales ven la posibilidad de un acercamiento entre sectores del radicalismo disidente y el peronismo provincial de cara a las elecciones de 2025. Esta coalición recordaría la experiencia del Frente de Todos a comienzos del siglo XXI, cuando, tras la última intervención federal, el radicalismo y el PJ accedieron al poder juntos en Corrientes.
La interna del radicalismo correntino, que se definirá en las elecciones del 27 de octubre, se anticipa como una batalla decisiva para el futuro del partido en la provincia, y la votación de ayer parece ser un reflejo de las crecientes diferencias que podrían reconfigurar el escenario político local en el corto plazo.