La desaparición de Loan Danilo Peña, un niño de 5 años, ha sido uno de los casos más resonantes y complejos de 2024 en Argentina. El 13 de junio, Loan llegó con su padre, José Peña, a la casa de su abuela Catalina, en el Paraje Algarrobal, cercano a 9 de Julio, para compartir un almuerzo familiar. Aunque el encuentro no estaba planeado, coincidió con las festividades del Día de San Antonio, una tradición popular en el norte del país.
Lo que parecía ser una reunión tranquila se transformó en una pesadilla cuando, tras el almuerzo, Loan salió a buscar naranjas con su tía Laudelina Peña, su esposo Antonio Benítez, y otros niños de la familia. Sin el consentimiento de su padre, poco después se percataron de su desaparición, lo que dio inicio a una desesperada búsqueda.
El 16 de junio, se halló una de las zapatillas de Loan a unos 5 kilómetros de la casa de su abuela, semienterrada en el barro. Este descubrimiento inicial, aunque revelador, pronto generó sospechas, ya que se sugería que la zapatilla había sido plantada para desviar la investigación. Así, la hipótesis de un extravío fue reemplazada por la de un posible secuestro, lo que llevó a la intervención de la Interpol debido a la sospecha de una red de trata de personas involucrada.
La investigación pasó a ser dirigida por la Justicia Federal, con la intervención de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) a finales de junio. En un giro clave, el 6 de julio, Laudelina Peña cambió su declaración y confesó que había entregado la zapatilla al comisario Walter Maciel para que la plantara en el barro y confundiera a los investigadores. Esta revelación llevó a la detención de Maciel, quien estaba a cargo de la búsqueda en ese momento.
A lo largo de los meses, las pruebas fueron señalando a diversos involucrados, entre ellos a Antonio Benítez, tío de Loan, y a María Victoria Caillava, funcionaria municipal, acusada de formar parte de una red de tráfico de menores. La red de complicidad dentro de las autoridades locales quedó expuesta, y varios detenidos enfrentan cargos por secuestro, sustracción de menores y encubrimiento.
Tras más de seis meses de investigaciones, la jueza Cristina Penzo dictó prisión preventiva para varios de los implicados. El caso, que aún mantiene varios misterios, sigue bajo la órbita de la Justicia Federal, con la familia de Loan clamando justicia.
Este caso pone de relieve la gravedad de los delitos de trata y secuestro de menores, así como las implicancias del encubrimiento en el seno de las autoridades locales. La familia de Loan sigue luchando por respuestas, mientras la sociedad argentina aguarda el desenlace judicial de uno de los casos más conmovedores de este año.
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