Una desaceleración inédita en años de turbulencia
Los precios de alquiler en Argentina cerraron el 2024 con un incremento anual del 64,4%, un dato notable inferior a la inflación del 117,8% y los exorbitantes aumentos del 260% registrados en 2023 durante el último año del gobierno kirchnerista. Este es el primer año desde 2019 en el que los alquileres muestran una caída real, marcando un punto de inflexión en el mercado inmobiliario.
El impacto de las políticas libertarias
La desaceleración en los precios se atribuye, en gran parte, a dos factores clave:
- La estabilización inflacionaria impulsada por la administración de Javier Milei. Las políticas de ajuste fiscal y control monetario comenzaron a frenar la dinámica inflacionaria.
- La derogación de la Ley de Alquileres. Este cambio legislativo eliminó restricciones que dificultaban acuerdos entre inquilinos y propietarios, permitiendo una mayor flexibilidad en la negociación de precios y condiciones.
Desde la eliminación de la ley, la oferta de propiedades en alquiler creció exponencialmente, generando mayor competencia en el mercado y reduciendo la presión sobre los precios. Esto beneficia tanto a inquilinos, al evitar aumentos desmedidos, como a propietarios, que recuperan el control sobre sus inmuebles.
Precios actuales en el mercado
A pesar de la desaceleración, los valores de los alquileres siguen siendo altos. Según datos del sector:
- Un monoambiente cuesta en promedio $465.091 mensuales.
- Un departamento de dos ambientes se alquila por $550.450.
- Un departamento de tres ambientes asciende a $740,874.
Estos montos reflejan una mejora relativa frente al poder adquisitivo, ya que los aumentos se mantienen por debajo de la inflación, un logro que no se observaba en más de una década.
Un mercado más dinámico y competitivo.
La eliminación de la Ley de Alquileres también fomentó un incremento en la oferta de propiedades. Esto permitió una mayor variedad y opciones para los inquilinos, que ahora cuentan con mejores condiciones para negociar. Al mismo tiempo, los propietarios gozan de mayor libertad para definir plazos y ajustes, generando un equilibrio en el mercado.
Según expertos del sector, esta nueva dinámica contribuye a moderar los aumentos interanuales, evitando que los alquileres sigan el ritmo acelerado de la inflación y creando un escenario más estable para ambas partes.
Desafíos y perspectivas a futuro
Si bien los resultados iniciales son talentosos, el desafío a largo plazo radica en consolidar esta estabilidad y lograr que los precios se adecuen al poder adquisitivo de la población. El Gobierno de Milei apuesta a que la estabilidad macroeconómica y la desregulación del mercado sigan impulsando el descenso de la inflación y el fortalecimiento del sector inmobiliario.
Este cambio de paradigma en el mercado de alquileres marca un giro en la política habitacional del país, y el tiempo dirá si estas medidas podrán sostenerse como una solución efectiva y duradera para inquilinos y propietarios en Argentina.
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