El Gobierno argentino profundizó esta semana sus esfuerzos para dinamizar el comercio exterior de carne vacuna, en un contexto marcado por una alarmante caída del 28% en el volumen exportado durante el primer trimestre de 2025. La gestión encabezada por el Ministerio de Economía y el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) mantuvo reuniones clave con la Aduana China (GACC) en Beijing, con el objetivo de habilitar el ingreso de menudencias y cálculos biliares al país asiático. Se confirmó, además, una visita técnica de funcionarios chinos a la Argentina el 8 de junio para avanzar en la aprobación definitiva del protocolo sanitario.
Estas acciones se enmarcan en la participación de una delegación de 26 frigoríficos nacionales en la feria SIAL Shanghái, donde el IPCVA selló un convenio con JD.com, una de las plataformas de e-commerce más influyentes del mundo, con más de 600 millones de usuarios. El acuerdo permitirá posicionar la marca Argentine Beef de manera directa frente al consumidor final chino, lo que fue considerado por el organismo como un «hito» en la estrategia de inserción internacional.
Paralelamente, se lograron avances con Japón e Indonesia, mercados clave para diversificar destinos frente a la desaceleración de China, principal comprador de carne argentina. En ese país, que representó el 65,1% del total exportado en 2024, se registró una fuerte contracción de la demanda debido al elevado stock interno, la ralentización pos Año Nuevo Lunar y la caída del precio promedio a USD 4.191 por tonelada, un 29% menos que en su pico de 2022.
El panorama doméstico no ofrece mejores señales: la oferta ganadera se redujo un 2% interanual en enero, con 1,14 millones de cabezas faenadas. A esto se suma un contexto macroeconómico inestable, con retenciones del 6,75% sobre la mayoría de los cortes exportables, atraso cambiario y presión inflacionaria, que generan márgenes estrechos para los frigoríficos exportadores.
Frente a este escenario, el anuncio de la apertura del mercado albanés para carne bovina —exceptuando la separada mecánicamente— aporta una bocanada de aire fresco. El país europeo validó el certificado veterinario internacional y aceptará productos de establecimientos habilitados por la Unión Europea, bajo el régimen de prelistado. Aunque se trata de un mercado pequeño, representa una señal positiva en el plano diplomático-comercial.
Según el Consorcio ABC, las exportaciones cárnicas argentinas totalizaron 142.500 toneladas en el primer trimestre, generando ingresos por USD 694,4 millones, una baja del 7,5% en valor respecto a igual período del año pasado. El contraste es notorio con Brasil, que incrementó sus exportaciones un 3% en volumen y un 10,2% en precios interanuales.
Desde el Rosgan advirtieron que la caída argentina «no sorprende por su magnitud sino por la desconexión con el dinamismo del resto de los grandes exportadores», y señalaron como desafío recuperar competitividad. Para ello, el sector reclama medidas urgentes que reduzcan la presión impositiva, un tipo de cambio más favorable y políticas activas de fomento a las exportaciones.
El camino hacia la recuperación será largo, pero las recientes gestiones en Asia y Europa muestran que hay una estrategia en marcha. La apertura de mercados y la vinculación directa con plataformas digitales podrían ser claves para reposicionar la carne argentina en el escenario internacional.
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