El reciente Decreto Nº2242, firmado por el gobernador de la provincia de Corrientes, aprobó la Resolución Nº885 de la Dirección Provincial de Energía, lo que implica un ajuste en las tarifas del servicio eléctrico. Este nuevo esquema tarifario, vigente desde agosto hasta octubre de 2024, prevé aumentos adicionales que podrían afectar duramente a los usuarios residenciales y comerciales. La medida, que sigue los lineamientos de la Resolución Nº192/2024 de la Secretaría de Energía de la Nación, viene a consolidar una tendencia de subas que, en lo que va del año, ha alcanzado un alza acumulada del 500%.
Un aumento que golpea a los usuarios
El incremento anunciado no será menor. Según datos oficiales, las facturas con consumos moderados se incrementarán entre $15.000 y $30.000 más en los próximos meses. Estas subas están alineadas con las disposiciones a nivel nacional y el retiro progresivo de subsidios energéticos por parte del gobierno, pero también responden a decisiones locales como la inclusión del controvertido “cargo fijo”, un ítem que ha sido fuente de debate en las últimas revisiones tarifarias.
Las razones detrás de los aumentos
El decreto es claro en su fundamento: “el nuevo esquema tarifario resultante del traspaso de los costos mayoristas en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM)”. Dicho esquema se enmarca en las políticas energéticas nacionales, que a su vez se sustentan en la Resolución Nº192/2024 de la Secretaría de Energía. Esta normativa busca reflejar los costos reales de generación, transmisión y distribución de energía, lo que termina trasladándose al consumidor final.
Además, la Resolución Nº161/2024 del Ente Provincial Regulador de la Energía de Entre Ríos ha marcado pautas similares, sugiriendo una tendencia en las provincias del nordeste argentino que comparten características climáticas y socioeconómicas. No obstante, el impacto en Corrientes ha sido más severo debido a la conjunción de varios factores.
Aumento acumulado y perspectivas hacia fin de año
Desde enero de 2024 hasta la fecha, los aumentos ya han alcanzado el 500%, afectando gravemente los bolsillos de las familias correntinas y sectores productivos. Sin embargo, esto no parece ser el techo de los incrementos. Se proyecta que, para los últimos meses del año, las tarifas sigan subiendo debido a la revisión prevista para noviembre y diciembre.
Las autoridades han justificado estas medidas como un paso necesario para “garantizar la estabilidad del sistema eléctrico provincial”, pero los usuarios comienzan a sentir el peso de una política energética que no siempre considera las realidades económicas de la región.
Conclusión
El panorama energético en Corrientes enfrenta un escenario complejo. Los aumentos tarifarios, si bien responden a directrices nacionales y ajustes necesarios en un contexto inflacionario, dejan en evidencia la urgencia de políticas más inclusivas y focalizadas que no dejen a los sectores más vulnerables en situación de desprotección.
Con más incrementos en el horizonte, los correntinos miran con preocupación los próximos meses, donde los costos de la energía se vuelven una carga más difícil de sobrellevar.