En una entrevista con el programa La Otra Campana, emitido por LT7 Radio Corrientes y LT25, el exgobernador del Chaco y actual presidente del PJ chaqueño, Jorge Capitanich, trazó un duro diagnóstico del modelo impulsado por el presidente Javier Milei. El dirigente peronista advirtió que, de consolidarse una mayoría calificada del oficialismo en el Senado tras las elecciones del 26 de octubre, se habilitaría un “régimen autoritario” que pondría en jaque los pilares institucionales, económicos y sociales del país.
Capitanich sostuvo que el Gobierno nacional busca “privatizar en paquete cerrado” más de 40 empresas estatales —incluida YPF—, vender inmuebles por al menos 10.000 millones de dólares y avanzar con una reforma laboral regresiva que desproteja a los trabajadores. Además, alertó sobre un posible cambio previsional que eleve la edad jubilatoria y desmonte el sistema solidario en favor de un modelo de capitalización individual.
“Si Milei logra la mayoría en la Cámara Alta, podrá designar jueces de la Corte, intervenir el Ministerio Público y desmantelar el Estado”, remarcó. Según Capitanich, el actual oficialismo planea sustituir el federalismo por un esquema de tres regiones autónomas, reduciendo la autonomía real de provincias y municipios.
Frente a este escenario, propuso un modelo alternativo basado en los principios históricos del justicialismo: justicia social, independencia económica y soberanía política. En su visión, el futuro debe construirse con una agenda de desarrollo federal que priorice el empleo formal, la industrialización y la redistribución del ingreso. “No se puede construir un país con industrias cerradas y trabajadores sin derechos”, sostuvo.
En el plano interno, llamó a la unidad del peronismo y afirmó que trabaja por una lista de consenso en el Chaco, evitando fragmentaciones. Reivindicó su experiencia de gestión y convocó a una “nueva cultura del diálogo democrático” para enfrentar la crisis institucional y económica.
Finalmente, Capitanich criticó también la política exterior del Gobierno, a la que consideró “conflictiva y desalineada con la tradición pacífica argentina”. A su juicio, lo que está en juego en estas elecciones no es sólo la representación legislativa, sino el modelo de país que regirá para las futuras generaciones.