La desaparición de Loan Peña sigue siendo un misterio que desafía a las autoridades y conmueve al país. A pesar de meses de búsqueda y múltiples hipótesis, el caso ha dado un giro significativo en los últimos días, reavivando la teoría de un secuestro con fines sexuales. Las recientes declaraciones de los imputados y nuevas pruebas han abierto una línea de investigación que podría cambiar el rumbo del caso.
El regreso a la hipótesis del secuestro premeditado
En las primeras etapas de la investigación, se barajó la posibilidad de que Loan hubiese sido víctima de una red de trata con fines de venta. Sin embargo, esa teoría fue descartada por los fiscales tras las declaraciones de los siete imputados. Ahora, la hipótesis de un secuestro premeditado y con fines sexuales vuelve a estar en el centro de las pesquisas.
El comisario Walter Maciel, a cargo de la investigación, dirigió inicialmente sus sospechas hacia Antonio Benítez, uno de los principales acusados. Según fuentes cercanas, una pericia realizada a Benítez habría encontrado indicios comprometedores en sus genitales, lo que llevó a Maciel a investigar un posible abuso. Sin embargo, el abogado de la querella, Juan Pablo Gallego, criticó la falta de exhaustividad en los procedimientos, cuestionando por qué no se realizaron exámenes similares a otros implicados.
La importancia de los mensajes y llamadas
Uno de los elementos más inquietantes del caso radica en los intercambios de mensajes y llamadas entre Laudelina Peña, tía de Loan, y María Victoria Caillava, esposa del exmarino Carlos Pérez. Un mensaje en particular ha captado la atención de los investigadores: “¿A qué hora lo devolvés?”.
Este texto, enviado por Laudelina a Caillava el día de la desaparición, ha sido interpretado por la querella como una prueba de que Loan no se perdió accidentalmente en el monte, sino que habría sido retenido con un plan de devolución premeditado. Según el abogado Gallego, el “plan macabro” comenzó antes del almuerzo en la casa de la abuela de Loan, donde Laudelina y Camila habrían desviado la atención al indicar un camino a Millapi y Ramírez para buscar un naranjal.
La teoría del encubrimiento
El papel de Laudelina Peña ha sido objeto de debate desde el inicio. Su testimonio, lleno de inconsistencias, es considerado por la querella como un intento de desviar la investigación. Gallego asegura que Loan está vivo y retenido en Corrientes por algún allegado o cómplice del exmarino Carlos Pérez, sugiriendo que el niño nunca estuvo desaparecido en el monte.
La querella también apunta a la posibilidad de que existan más personas involucradas en el encubrimiento, y los fiscales trabajan para determinar qué rol jugó cada uno de los imputados en la desaparición.
Un caso lleno de interrogantes
Mientras la investigación avanza, las autoridades enfrentan un desafío mayúsculo para resolver un caso que ha sacudido a la comunidad. Si bien las nuevas pistas parecen arrojar luz sobre lo sucedido, el destino de Loan Peña sigue siendo incierto.
Con el foco ahora puesto en un posible secuestro con fines sexuales y un plan premeditado, la Justicia deberá determinar si las piezas encajan en un rompecabezas lleno de contradicciones y secretos. La esperanza de encontrar a Loan con vida sigue siendo el motor que impulsa esta compleja investigación.
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