El primer centavo emitido por la Casa de la Moneda de Estados Unidos, conocido como “Flowing Hair”, marcó el inicio de la acuñación federal. Entre sus versiones más valiosas está la “Chain Periods”, identificable por detalles específicos en su diseño de 1793 y considerada una de las más buscadas por coleccionistas.
En 1793, la Casa de la Moneda de EE.UU. inició la producción de los primeros centavos conforme a la Ley del 14 de enero de ese año. Estas piezas, acuñadas en cobre, representaron un hito: fueron las primeras emitidas completamente en instalaciones y maquinaria del gobierno federal.
El diseño, conocido como Flowing Hair, presentaba en el anverso la figura de la Libertad con el cabello suelto, símbolo exigido por la Ley de la Casa de la Moneda de 1792, que disponía que todo ejemplar debía incluir “un emblema de la libertad”.
De acuerdo con el Servicio Profesional de Clasificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés) Henry Voigt, responsable de los troqueles, simplificó el grabado debido a las limitaciones técnicas de la época, lo que dio como resultado una imagen sencilla pero distintiva.
El reverso mostraba una cadena continua con eslabones entrelazados, inspirada en símbolos anteriores de las colonias. Este motivo, con 13 eslabones por los 13 estados originales, fue interpretado de diversas maneras: algunos lo vieron como representación de unión, mientras que otros lo asociaron con ideas de restricción o esclavitud.
Voigt realizó múltiples intentos antes de finalizar los modelos definitivos. Las limitaciones del material y la falta de herramientas de precisión provocaron que cada moneda presentara ligeras diferencias, lo que posteriormente daría origen a las diversas “variedades” reconocidas por los especialistas.
Entre las diversas versiones de los centavos de cadena de 1793, una de las más escasas es la “Chain Periods”, denominada así por los pequeños puntos visibles después de la palabra “LIBERTY” y de la fecha. Estos signos no cumplían una función gramatical, lo que despertó la curiosidad de expertos y coleccionistas.
El anverso del modelo conocido como Sheldon-4 muestra a la Libertad mirando hacia la derecha, con cabello suelto y la inscripción “LIBERTY” seguida de un punto. La fecha “1793″ también presenta el mismo detalle.
Para identificar una pieza auténtica también se debe observar:
La combinación de troqueles utilizada para esta variedad fue única, lo que explica su baja tirada. Se calcula que muy pocas han sobrevivido con un nivel de conservación alto.
Algunas piezas presentan pequeñas grietas o marcas derivadas del proceso de acuñación manual. También se observan ligeras imperfecciones en el borde, producto del desgaste natural y la presión irregular de los troqueles. Estas características son utilizadas por los expertos para autenticar los ejemplares originales.
En términos de conservación, los centavos “Chain Periods” se clasifican en escalas que van desde “muy buena” (VF) hasta “estado de ceca o de menta” (MS). Las piezas mejor preservadas, sin signos de circulación, son extremadamente raras y se encuentran en manos de coleccionistas o instituciones numismáticas.
El interés por los primeros centavos de la Casa de la Moneda de EE.UU. mantiene a las piezas de 1793 entre las más cotizadas del coleccionismo. La variedad “Chain Periods” se considera la más escasa dentro de las emisiones de ese año, y su valor depende del grado de conservación y de su procedencia histórica.
Hasta 2011, la empresa PCGS había certificado apenas 70 ejemplares de esta variedad, y solo uno de ellos alcanzó la calificación MS65BN, considerada excepcional. En el mercado de subastas, este ejemplar se vendió por US$1.38 millones a través de la plataforma Heritage Auctions, lo que estableció un récord. Otra pieza similar fue adquirida por US$391 mil en otra venta.
Según la guía de precios de PCGS, una moneda en estado de conservación impecable puede alcanzar valores de hasta US$3,5 millones, cifra que la coloca entre los centavos más valiosos de la historia estadounidense.
 
			         
														 
								