China anunció una serie de medidas en represalia a los nuevos impuestos arancelarios por Estados Unidos, en lo que parece ser una escalada de la guerra comercial entre ambas potencias. Entre las acciones tomadas por Beijing se incluyen aranceles adicionales a productos clave estadounidenses, restricciones a la exportación de minerales estratégicos y una investigación antimonopolio contra Google .
El anuncio de estas medidas se produjo el mismo día en que entraron en vigor los nuevos aranceles impulsados por la administración de Donald Trump sobre productos chinos. Mientras tanto, ambos gobiernos han programado conversaciones de alto nivel en un intento por frenar la creciente tensión comercial.
Nuevos aranceles y su impacto en EE.UU.
El gobierno chino impone aranceles del 15% sobre el carbón y el gas natural licuado (GNL) , además de un 10% sobre el crudo, maquinaria agrícola y vehículos con motor grande fabricados en Estados Unidos. Estas tarifas entrarán en vigor el próximo lunes y podrían afectar a sectores clave del comercio bilateral.
No obstante, algunos expertos sostienen que el impacto podría ser limitado. Aunque Estados Unidos es el mayor exportador mundial de GNL, China solo representó el 2,3% de sus exportaciones de este combustible en 2023 , según datos de la Administración de Información de Energía estadounidense. En el sector automotriz, las exportaciones estadounidenses de vehículos a China también son reducidas, con menos de 110.000 unidades vendidas el año pasado .
Sin embargo, empresas como General Motors y Ford podrían verse afectadas, ya que exportan modelos populares como el Chevrolet Tahoe y el Ford Mustang al mercado chino.
China intensifica controles sobre minerales estratégicos
Además de los aranceles, China anunció restricciones a la exportación de elementos clave para la industria tecnológica estadounidense, incluyendo tungsteno, telurio, bismuto, molibdeno e indio . Estos minerales son considerados críticos por el gobierno de EE.UU., ya que son esenciales para la fabricación de semiconductores, dispositivos electrónicos y equipos militares.
Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia de Beijing para reforzar su control sobre el suministro global de materias primas esenciales para la industria tecnológica.
Investigación antimonopolio a Google y presión sobre empresas estadounidenses
China también abrió una investigación antimonopolio contra Google , lo que podría representar un nuevo frente de conflicto en la guerra comercial. Aunque Google tiene una presencia limitada en el mercado chino, la medida podría estar relacionada con su dominio global en el sistema operativo Android y sus prácticas comerciales en la región.
Asimismo, el Ministerio de Comercio chino incluyó en su lista de entidades no confiables a las empresas estadounidenses PVH Group (propietaria de Calvin Klein y Tommy Hilfiger) e Illumina , una compañía de biotecnología. Según el gobierno chino, PVH Group fue sancionada por su postura sobre el algodón de Xinjiang, mientras que Illumina compite con la empresa china BGI en el mercado de la secuenciación genética.
Ser incluidas en esta lista podría restringir sus operaciones en China y prohibirles realizar nuevas inversiones en el país , lo que pone a las compañías estadounidenses en una posición incómoda dentro de la disputa geopolítica.
¿Hacia una guerra comercial total?
La respuesta de China refleja una estrategia calculada pero arriesgada . Por un lado, busca golpear sectores clave de la economía estadounidense para ganar influencia en la negociación, pero al mismo tiempo trata de minimizar el daño a su propio crecimiento económico , que sigue dependiendo del comercio exterior.
No obstante, algunos analistas advierten que el actual ciclo de represalias podría desembocar en una guerra comercial a gran escala , lo que tendría consecuencias globales:
- Mayor inflación en EE.UU. , debido al encarecimiento de productos importados.
- Fortalecimiento del dólar , lo que afectará la competitividad de las exportaciones estadounidenses.
- Presiones al alza sobre las tasas de interés , complicando el acceso al crédito en ambos países.
En este contexto, el mundo observa con preocupación la escalada de tensiones entre las dos mayores economías del planeta, mientras sus líderes intentan negociar una salida que evite mayores daños al comercio global.