La Unión Cívica Radical (UCR) de Corrientes atraviesa una profunda crisis interna. El oficialismo provincial, encabezado por el gobernador Gustavo Valdés, enfrenta un duro golpe tras la restitución de Ricardo Colombi como presidente del partido, una decisión tomada por la Cámara Electoral Federal el pasado 1 de octubre. Este fallo ha intensificado la pugna por el control de la UCR, justo cuando se aproxima una crucial interna partidaria, programada para el 27 de octubre.
El partido que ha gobernado Corrientes desde 2001 se encuentra en una situación de incertidumbre. La interna, clave para definir el liderazgo y el control del sello partidario de cara a las elecciones de 2025, está en riesgo de ser neutralizada por una nueva presentación judicial que podría invalidar el cronograma electoral. Aunque el oficialismo insiste en que la elección se realizará el 27 de octubre, el temor a una intervención judicial sigue latente entre los miembros de la UCR.
El retorno de Ricardo Colombi al frente de la UCR no solo representa un desafío para Valdés, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del partido. Colombi, tres veces gobernador de la provincia, tiene una influencia considerable en la política local, y su regreso al liderazgo del partido es visto como un obstáculo para las aspiraciones de quienes buscan consolidar el poder bajo la conducción del actual gobernador.
El 12 de octubre se cierra el plazo para la presentación de listas que competirán en la interna del partido. Hasta entonces, la situación permanece abierta y los actores políticos observan con cautela el desenlace de esta disputa. Lo que está en juego no es solo el control de la UCR, sino la posibilidad de que el radicalismo mantenga el gobierno provincial por casi tres décadas consecutivas. Mientras tanto, el futuro del partido sigue siendo incierto, como un galeón navegando a la deriva en un mar de tensiones internas.