Una nueva denuncia pública vuelve a poner en foco al Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), emblema de la educación pública de excelencia en la Argentina, pero que en los últimos años ha sido escenario de múltiples polémicas. Según el testimonio de un familiar de una alumna de primer año, la institución estaría atravesando una crisis de autoridad, adoctrinamiento ideológico y abandono edilicio, afectando directamente la calidad educativa y el bienestar de sus estudiantes.
Actividades políticas dentro del horario escolar
El relato sostiene que los estudiantes ya perdieron al menos cinco días de clases en lo que va del ciclo lectivo. Cuatro de ellos por paros docentes, y uno reemplazado por una jornada obligatoria organizada por el centro de estudiantes, de orientación de izquierda, que incluyó charlas con referentes políticos como Eduardo Belliboni, Vanina Biasi y Leandro Santoro, este último en plena campaña política.
«Los sacan del aula para escuchar a militantes. No tienen opción. La semana pasada hubo una charla con Santoro en horario escolar, como si fuera parte del plan de estudios», denunció la familiar, quien también expresó temor a represalias.
Lenguaje inclusivo y material controvertido
Otra de las críticas apunta al uso sistemático del lenguaje inclusivo por parte de algunos docentes, particularmente en materias troncales como Lengua. Esto, a pesar de que el Gobierno porteño dispuso su prohibición en ámbitos escolares, argumentando que entorpece la comprensión lectora y escrita de los alumnos.
Además, el curso de ingreso habría incluido como lectura obligatoria el libro Gente Conmigo, una novela de corte adulto, que según la denunciante contiene escenas inapropiadas para adolescentes y no fue acompañada de un enfoque pedagógico acorde.
«Es un horror que chicos de 12 y 13 años lean eso sin guía ni contexto. Parece que buscan provocar más que educar», sostuvo la fuente.
Baños en condiciones deplorables
A esto se suma una denuncia de grave deterioro en la infraestructura del colegio, especialmente en los baños. Se describen inodoros con fideos, lavatorios con yerba y olores nauseabundos que hacen imposible su uso. Esta situación impacta directamente en el ausentismo, especialmente en el caso de alumnas que necesitan condiciones mínimas de higiene durante su ciclo menstrual.
«Es indigno. No se puede aprender así. Y las autoridades no hacen nada», concluyó la denunciante.
Silencio institucional y temor a hablar
El testimonio también advierte que muchos padres prefieren no expresar su disconformidad públicamente por miedo a que sus hijos sean discriminados o perjudicados académicamente. Sin embargo, el malestar crece y ya circulan pedidos formales a las autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), de la cual depende el CNBA, para que intervenga y garantice un ambiente educativo neutral, seguro y digno.
Mientras tanto, el colegio sigue siendo blanco de acusaciones por adoctrinamiento político, falta de gestión y abandono edilicio, y queda pendiente una respuesta oficial que esclarezca la situación y devuelva la confianza a las familias.