Una “revolucionaria desregulación” en las importaciones
El decreto establece que los alimentos certificados en países con alta vigilancia sanitaria podrán ingresar al país sin restricciones y serán automáticamente incorporados al Código Alimentario Argentino (CAA). Esta decisión elimina los trámites previos, como el registro y la autorización de productos, establecimientos, utensilios y envases. Para Sturzenegger, estos trámites anteriores representaban “32 hojas de trámites” innecesarios. Los países que se beneficiarán de esta medida incluyen Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Israel y los miembros de la Unión Europea, entre otros. El objetivo es evitar la duplicación de controles ya realizados en los países de origen, agilizando así los procesos de importación y reduciendo costos y tiempos para los importadores.
Eliminación de “mochilas burocráticas” en las exportaciones
En el ámbito de las exportaciones, el Gobierno ha decidido eliminar todas las exigencias que el Estado argentino imponía a los productores de alimentos. Sturzenegger subrayó que, a partir de ahora, el Estado “deja de molestar” y solo se encargará de emitir los certificados que los productores necesiten por requerimientos del país importador. Esto significa que las empresas ya no estarán obligadas a inscribir productos en los Registros Nacionales de Productos Alimenticios (RNPA) ni a realizar declaraciones de sellos y advertencias nutricionales. En su lugar, se implementará un sistema de declaración jurada, simplificando los procedimientos y reduciendo las cargas administrativas.
El ministro ejemplificó las dificultades previas mencionando casos como el de un productor que necesitaba certificar una muestra para poder abrir el mercado estadounidense, pero antes debía montar la fábrica, o los vendedores de ajo que tenían que medir el tamaño de cada cabeza para exportar a Asia. Con estas reformas, el Gobierno busca eliminar esos obstáculos y facilitar la producción.
Fortalecimiento de la industria y el comercio internacional
El objetivo del Gobierno con esta iniciativa es fortalecer la industria alimentaria de Argentina y posicionar al país como un actor clave en el comercio internacional de alimentos. Al reducir las trabas burocráticas, se espera un aumento en la competitividad de los productos nacionales, lo que, a su vez, incentivará la llegada de nuevas inversiones. Sturzenegger destacó que la medida también apunta a ofrecer alimentos más baratos para los argentinos, mientras que se incrementa la presencia de los productos argentinos en los mercados internacionales.
«Buscamos alimentos más baratos para los argentinos y más alimentos argentinos para el mundo», concluyó Sturzenegger, al presentar una medida que promete transformar el comercio de alimentos en el país y abrir nuevas oportunidades tanto para los productores nacionales como para los consumidores. Esta desregulación, que pone el foco en la reducción de costos y la eliminación de barreras burocráticas, marca un cambio de paradigma en la forma en que Argentina se relaciona con los mercados internacionales de alimentos.