A más de 100 días de la desaparición de Loan Peña en Corrientes, el reconocido abogado Juan Pablo Gallego, ahora representante de José Peña y María Noguera, ha asumido un rol central en la causa y cuestiona duramente el desarrollo de la investigación. Gallego, conocido por su papel en casos de gran relevancia, ha enfocado sus críticas en la falta de imputación de dos familiares clave: Macarena Peña, hija de Laudelina, y Camila Nuñez, prima política del niño.
En declaraciones recientes, Gallego expresó su preocupación por la ausencia de avances en la investigación respecto a estas dos mujeres, quienes estuvieron presentes durante el almuerzo del día de la desaparición de Loan y participaron en la toma de fotos que se encuentran en el expediente. “Creo que la investigación debería orientarse con fuerza para ese lado”, afirmó el abogado, sugiriendo que las dos mujeres podrían ser piezas clave en el esclarecimiento del caso.
Gallego recordó que Macarena y Camila también participaron en la reconstrucción de los hechos, tanto en el ámbito judicial como en la realizada por la Fundación Dupuy. Esta última reconstrucción incluyó una inquietante declaración de Camila Nuñez, quien comentó: “si no era Loan, podría haber sido mi hija”. Estas palabras, según el letrado, resaltan la importancia de profundizar la investigación en esa línea.
No obstante, el abogado ha centrado la mayor parte de sus sospechas en Antonio Benítez, el tío político de Loan, a quien señala como “el principal responsable de la desaparición del chiquito”. Según Gallego, Benítez fue el último adulto en tener contacto directo con Loan y estuvo presente en el lugar del crimen. Además, destacó que Benítez realizó una serie de movimientos extraños tras la desaparición, como varios viajes en moto entre el paraje Algarrobal y la localidad de 9 de Julio, junto con cambios de ropa durante ese mismo día.
Benítez fue uno de los primeros detenidos junto a Daniel “Fierrito” Ramírez y su esposa Mónica del Carmen Millapi, sin embargo, según Gallego, las pruebas contra él no han sido lo suficientemente investigadas. Para el abogado querellante, es difícil de comprender cómo la desaparición de un niño en una mesa de ocho personas no pudo resolverse en las primeras 48 horas. En ese sentido, Gallego apuntó directamente al fiscal de Goya, Juan Carlos Castillo, quien estuvo a cargo de la investigación en sus primeras etapas.
“Todos nos preguntamos por qué detenían a algunos y otros seguían caminando y plantando pruebas sin siquiera ser indagados”, expresó Gallego. El abogado también criticó la posterior intervención del fiscal Guillermo Barry, afirmando que “estaban a medio minuto de resolverlo y no han querido hacerlo”.
Para Gallego, si alguno de los presentes en el almuerzo estaba relacionado con la entrega de Loan, debería haber sido fácil determinarlo en aquel momento. El foco de su crítica sigue siendo esa comida en la casa de la abuela Catalina, en el paraje Algarrobal, donde las pruebas clave siguen sin resolverse.