Los partidos políticos de izquierda a nivel global atraviesan una crisis de representación y apoyo que no tiene precedentes desde el fin de la Guerra Fría, según un reciente análisis electoral. En 2024, la izquierda logró un promedio de apenas el 45% de los votos en 73 elecciones democráticas, mientras que en Estados Unidos y Europa occidental el porcentaje fue aún más bajo, alcanzando solo el 42%.
Por el contrario, los partidos de derecha consolidaron un promedio del 57%, marcando la mayor ventaja sobre la izquierda desde 1990, según datos recopilados por el periódico británico The Telegraph. Este cambio evidencia un movimiento político global que podría alterar significativamente la configuración del poder en varias regiones del mundo.
El efecto Milei-Trump y el ascenso de la derecha
Dos figuras han sido señaladas como símbolos de este cambio: Javier Milei en Argentina y Donald Trump en Estados Unidos. La victoria de Milei, quien se ha posicionado como un referente mundial del libertarismo, y el regreso triunfal de Trump a la Casa Blanca, tras obtener 77 millones de votos en su última elección, han revitalizado las narrativas de la derecha.
Ambos líderes han promovido discursos críticos hacia la izquierda, enfocados en temas como la inmigración, la inseguridad y la economía, logrando conectar con sectores amplios de la población. Este fenómeno no solo afecta a Estados Unidos y Argentina, sino que ya genera impactos en otras democracias occidentales.
Efecto dominó en países clave
En Canadá, las encuestas favorecen al líder conservador Pierre Poilievre tras la renuncia de Justin Trudeau, quien dejó el cargo en medio de una crisis política y una caída drástica en su imagen pública. En Australia, las proyecciones indican que el partido conservador podría desbancar al actual gobierno progresista en las próximas elecciones.
Incluso en Alemania, donde la izquierda tiene una tradición más consolidada, se anticipan resultados adversos en futuros comicios. Este panorama refuerza la hipótesis de una «ola conservadora» que podría redefinir las dinámicas políticas en los próximos años.
Causas del declive de la izquierda
El politólogo Matthijs Rooduijn, de la Universidad de Ámsterdam, identifica múltiples factores que explican este retroceso. Entre ellos, destaca la fragmentación interna de la izquierda y su incapacidad para adaptarse a los cambios sociales y económicos impulsados por la globalización.
Por su parte, Jeremy Cliffe, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, señala tres tendencias principales:
- La decadencia de los sindicatos y el trabajo organizado, debilitados por los efectos de la globalización.
- El auge de la política identitaria, que la derecha ha sabido capitalizar mejor que la izquierda.
- La fragmentación de las fuerzas de izquierda, en contraste con la unidad que caracteriza a los movimientos de derecha.
Impacto de la inmigración y la seguridad
Otro aspecto clave que ha fortalecido a la derecha es su enfoque en la inmigración y la seguridad. Las políticas de puertas abiertas, promovidas por gobiernos progresistas, han generado tensiones sociales en varios países debido al aumento de inmigrantes indocumentados, junto con preocupaciones por delitos y atentados terroristas.
¿Un cambio irreversible?
Aunque algunos especialistas sostienen que estas tendencias pueden revertirse, el consenso general apunta a que la izquierda enfrentará dificultades para recuperar terreno en el corto plazo. La fragmentación interna, combinada con el éxito de la derecha al articular mensajes claros y efectivos, representa un desafío complejo para las fuerzas progresistas.
El panorama político global está en plena transformación, y los próximos años serán cruciales para determinar si este ascenso de la derecha marca un cambio temporal o una nueva etapa en la historia política contemporánea.