El Fondo Monetario Internacional confirmó este jueves que aún no tiene una fecha prevista para cerrar la primera revisión del acuerdo vigente con Argentina por USD 20.000 millones. La vocera del organismo, Julie Kozack, evitó dar detalles sobre los plazos y señaló que las conversaciones con las autoridades argentinas “siguen siendo muy productivas”, aunque sin avances concretos que permitan liberar el próximo desembolso por USD 2.000 millones.
Durante una conferencia de prensa en Washington, Kozack indicó que “una vez se alcance un acuerdo a nivel del staff con las autoridades, se procederá a presentar la documentación correspondiente a nuestro Directorio Ejecutivo para su evaluación”. Por el momento, no hay precisiones sobre cuándo podría reunirse ese Directorio.
Una delegación argentina compuesta por el viceministro José Luis Daza y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se encuentra desde el inicio de la semana en Washington para continuar las negociaciones. El viernes pasado, una misión técnica del FMI finalizó su trabajo en Buenos Aires sin declaraciones públicas ni conclusiones difundidas.
Uno de los principales obstáculos es el incumplimiento de metas comprometidas por el país, como la acumulación de reservas y el déficit de cuenta corriente. Solo en el primer trimestre, ese déficit quintuplicó el límite pactado, lo que exige al Gobierno negociar una flexibilización o redefinición de las condiciones del programa.
Consultada sobre el fallo judicial adverso a Argentina en el caso YPF, por el cual la Justicia de Estados Unidos ordenó ceder acciones a fondos demandantes, Kozack aclaró: “Estamos siguiendo de cerca esta situación. Sin embargo, por política, no hacemos comentarios sobre asuntos jurídicos que afectan a nuestros países miembros”.
Mientras tanto, la economía argentina enfrenta un escenario de creciente presión financiera, con vencimientos próximos que requieren definiciones urgentes. La demora en el desembolso del FMI agrava la incertidumbre del frente externo y deja al Gobierno con menos margen para maniobras fiscales o cambiarias en medio de un contexto recesivo.