El Gobierno de Javier Milei decidió incorporar el Instituto Nacional del Cáncer (INC) dentro de la estructura del Ministerio de Salud, con el propósito de optimizar la gestión de los programas oncológicos, mejorar el control administrativo y asegurar el acceso a medicamentos para pacientes con cáncer.
La resolución, impulsada por el ministro de Salud Mario Iván Lugones, responde a una serie de relevamientos realizados sobre el funcionamiento del organismo, donde se detectaron superposiciones de tareas, compras ineficientes y problemas logísticos en la entrega de fármacos.
Duplicación de tareas y deficiencias
Según informaron desde el Ministerio de Salud, algunas funciones del INC ya se encontraban contempladas en otras áreas, como el Sistema de Vigilancia Epidemiológica y Reporte del Cáncer, que también es abordado por la Subsecretaría de Vigilancia Epidemiológica. Lo mismo ocurre con los Programas Nacionales de Control y Prevención de distintos tipos de cáncer, cuya responsabilidad es compartida con la Dirección Nacional de Abordaje Integral de Enfermedades No Transmisibles.
A estos problemas se sumaron fallas en la adquisición de medicamentos, como ocurrió en 2023 con la compra de opioides sin criterios claros, lo que derivó en el descarte de 400.000 unidades de morfina vencida, generando una importante pérdida para el Estado.
Garantía de continuidad
Desde la cartera sanitaria aseguraron que la integración administrativa no afectará la continuidad de los tratamientos ni de los programas para pacientes oncológicos, sino que busca mejorar la eficiencia y el acceso a medicamentos.
“Se trata de una reestructuración para evitar la duplicación de funciones, optimizar los recursos y garantizar una atención de mayor calidad para los pacientes”, afirmaron fuentes oficiales.
El proceso de integración se da en el marco de la política de reestructuración estatal del gobierno de Milei, que apunta a reducir el gasto público y aumentar la eficiencia administrativa.
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