Las elecciones en Nueva Jersey del 4 de noviembre de 2025 se desarrollarán en un contexto político marcado por la competencia cerrada entre la demócrata Mikie Sherrill y el republicano Jack Ciattarelli. Ambos candidatos buscan captar el respaldo de un electorado diverso, donde la población latina se convirtió en un componente central.
Los latinos representan alrededor del 18,7% de la población estatal, según el censo de Estados Unidos, lo que los convierte en un bloque electoral de alto impacto. Su participación podría definir la dirección política del estado durante los próximos años, especialmente en un contexto nacional en el que las preferencias de este grupo muestran variaciones notables respecto a contiendas anteriores.
De acuerdo con encuestas recientes, la candidata demócrata mantiene una leve ventaja entre los votantes hispanos, aunque el margen se redujo en las últimas semanas. El comportamiento de este grupo será uno de los principales indicadores para anticipar el resultado final.
El segundo mandato de Donald Trump marcó un punto de inflexión en la relación entre el Partido Republicano y los votantes latinos. Las políticas migratorias implementadas durante su administración provocaron una disminución en el apoyo dentro de este sector.
Una encuesta del Centro de Investigación de Asuntos Públicos de AP-NORC realizada en octubre de 2025 reflejó que solo el 25% de los adultos hispanos mantiene una visión favorable del presidente, una caída significativa frente al 44% registrado antes de su regreso al poder.
Además, el 73% de los encuestados considera que el país va en la dirección equivocada, un aumento respecto al 63% que expresaba esa opinión en marzo.
Estos datos revelaron un malestar económico y social que incide directamente en las preferencias electorales. Las preocupaciones por el costo de vida, el empleo y la estabilidad financiera se posicionan como los temas más relevantes para este segmento, lo que podría explicar la inclinación hacia las propuestas demócratas en el ámbito estatal.
El condado de Passaic se consolidó como un epicentro de análisis político debido a la dramática reconfiguración del comportamiento del electorado. Este distrito posee la mayor densidad de población hispana en el estado, con un 43% de sus habitantes clasificados como residentes latinos, según lo retomado por CNN. Esta importancia demográfica es aún más notoria dentro de la propia ciudad, donde más del 70% de los ciudadanos pertenecen a este grupo.
Lo que captó la atención nacional fue el cambio de las tendencias de voto observadas entre los ciclos electorales de 2020 y 2024. Durante las contiendas de 2020, Donald Trump experimentó una derrota significativa en el condado y quedó 16 puntos por detrás de Joe Biden. Sin embargo, en 2024, el panorama cambió radicalmente y el actual presidente logró superar a Kamala Harris por casi 3 puntos, lo que revirtió la diferencia anterior.
Este cambio fue incluso más notorio en la ciudad de Passaic. Si bien cuatro años antes Trump había perdido por cerca de 5000 votos en esa localidad, en 2024 consiguió una ventaja de 1100, lo que subraya la magnitud del giro electoral.
Como resultado, Passaic se convirtió en una métrica esencial para la estrategia de los espacios políticos. El Partido Republicano está enfocado en la tarea de afianzar y consolidar estos avances obtenidos. Por otro lado, el Partido Demócrata implementa estrategias para recuperar la base de apoyo perdida. Para lograrlo, centra su estrategia en atender las principales inquietudes económicas y sociales de las comunidades locales.
Según un sondeo de Fox News difundido a inicios de octubre, Mikie Sherrill lidera la carrera con el 50% de las preferencias, frente al 45% de Jack Ciattarelli. No obstante, la ventaja se redujo desde el mes anterior, cuando la brecha alcanzaba los 8 puntos.
Entre los votantes registrados, la diferencia se mantuvo dentro del margen de error: la aspirante liberal contó con 48% de apoyo y el conservador con 44%, lo que podría llevar a un empate si esto se refleja en las urnas el martes 4 de noviembre. Los grupos que más contribuyeron a esta ventaja demócrata fueron los afrodescendientes, las mujeres menores de 45 años, las personas con estudios universitarios y los hispanos.
El propio Jack Ciattarelli, que en 2021 perdió por estrecho margen ante el gobernador Phil Murphy, reconoció la importancia del voto latino. Durante su campaña en el condado de Passaic, subrayó que en Nueva Jersey “hay dos millones de hispanoamericanos”.
“Quiero que sigan creciendo. Quiero que sigan prosperando”, dijo, según lo retomado por CNN. “Hemos trabajado arduamente con todas las comunidades minoritarias en todo el estado”, agregó.
Las condiciones económicas continúan como el principal factor que determina el comportamiento del electorado. Los resultados de la encuesta de AP-NORC mostraron que, pese a las promesas de mejora económica del gobierno federal, los latinos enfrentan niveles más altos de estrés financiero que otros grupos.
Los aumentos en el precio de la vivienda, la atención médica y los alimentos son las mayores fuentes de preocupación. En particular, el 26% de los sufragistas hispanos considera que el empleo y la inflación son los temas más urgentes del país.
En este contexto, Sherrill enfocó su campaña en propuestas vinculadas al alivio económico, con planes para frenar los aumentos en los servicios básicos, incentivar las pequeñas empresas y promover inversiones locales. Estas estrategias buscan captar el voto de los sectores que más resienten el incremento del costo de vida.
“Creo que hubo un movimiento a favor del presidente porque prometió reducir costos y aquí la gente es muy sensible a los precios”, señaló la demócrata a CNN. “Se comprometió a reducirlos y, de hecho, ha hecho lo contrario”, aseguró.
A pocos días de la elección, la disputa por la gobernación de Nueva Jersey se presenta como una de las más equilibradas. Los estrategas de ambos partidos reconocen que la participación de los latinos podría inclinar la balanza.