Millones en obras que nunca comenzaron
El Fondo Fiduciario para la Vivienda Social, creado en 2016 por la Ley 27.341, tenía como propósito financiar programas de vivienda social e infraestructura básica. Sin embargo, un informe de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) reveló graves irregularidades en su administración:
- En Corrientes, la construcción de 172 viviendas en el Barrio Doctor Montaña quedó en estado «A iniciar», a pesar de haberse transferido $297.112.365. Los responsables fueron intimados, pero los fondos nunca fueron reintegrados.
- Otros cuatro convenios irregulares acumularon $468.862.212 transferidos sin que las obras se iniciaran.
Falta de controles y rendiciones de cuentas
La SIGEN detectó ausencia de supervisión y fallas administrativas en la gestión del fondo:
- Documentación incompleta o inexistente dificultó la fiscalización.
- Los entes responsables, como el Instituto Provincial de Desarrollo Urbano de Chaco y la Unidad Ejecutora Provincial de Misiones, no rindieron cuentas por $4.998.880 y $19.015.889, respectivamente.
- No se presentaron los estados contables correspondientes a 2023, impidiendo validar un supuesto saldo positivo de $3117 millones.
Por otro lado, el fondo registró pérdidas de $52 mil millones en 2022, atribuidas a la exposición inflacionaria.
Obras inconclusas: un panorama desolador
La situación habitacional heredada por la gestión de Javier Milei en 2024 ya estaba comprometida:
- 96.000 viviendas de programas anteriores quedaron sin finalizar.
- 17.000 del programa Procrear.
- 16.000 de Casa Propia.
- 63.000 de Reconstruir y otras iniciativas.
- Casos concretos:
- En Florencio Varela, de las 114 viviendas proyectadas en 2021, solo se avanzó un 36%.
- En Berazategui, un complejo iniciado en 2022 con 1403 viviendas quedó totalmente paralizado. Se invirtieron $18.252 millones sin resultados visibles.
Impacto de la decisión y el futuro de las obras
La eliminación del Fondo Fiduciario plantea serias dudas sobre la continuidad de los proyectos de vivienda social. Aunque la gestión de Milei no priorizó esta área, la reactivación de los proyectos inconclusos dependerá de decisiones políticas y de la capacidad de atracción de capital privado o internacional.
Mientras tanto, miles de familias quedan en incertidumbre, esperando soluciones habitacionales que parecen cada vez más lejanas.