La causa judicial iniciada por Fabiola Yañez contra el expresidente Alberto Fernández quedó a un paso del juicio oral. Luego de que el fiscal federal Ramiro González cerrara la etapa de instrucción, la querella anticipó que pedirá una pena de hasta 12 años de prisión efectiva para el exmandatario, procesado por lesiones y amenazas agravadas.
González concluyó que ya no quedan medidas de prueba por producir y solicitó a las partes —la defensa de Fernández y la abogada querellante Mariana Gallego— que se expidan sobre la elevación a juicio. La ex primera dama manifestará su conformidad y, según trascendió, en la etapa de alegatos reclamará una pena máxima de 12 años y una mínima de entre 4 y 6 años de cárcel.
Fernández enfrenta cargos por dos hechos de lesiones leves y uno de lesiones graves, todos agravados por el vínculo, además de amenazas coactivas, abuso de poder y de autoridad. La causa avanza en el Juzgado Federal N° 11, actualmente subrogado por Julián Ercolini.
Desde la defensa del expresidente, encabezada por Silvina Carreira, se espera una apelación a la clausura de instrucción, en un intento por frenar el pase a juicio oral. La estrategia buscaría desacreditar las pruebas y cuestionar la tipificación de los delitos.
Paralelamente, la Corte Suprema resolvió que otra causa en la que Fernández acusa a Yañez por “violación de secretos y acceso ilegítimo a información personal” —por la presunta difusión de imágenes privadas desde un celular— continuará en el fuero ordinario.
El caso pone en el centro del debate el uso del poder en el ámbito doméstico y podría tener importantes repercusiones políticas y judiciales. De confirmarse la elevación a juicio, sería la primera vez que un expresidente argentino enfrenta un proceso oral por violencia en el ámbito familiar.