El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, quedó formalmente electo como presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) provincial tras las elecciones internas del pasado domingo 22 de diciembre. Sin embargo, el proceso electoral no estuvo exento de controversias y denuncias, lo que genera incertidumbre sobre el futuro del partido.
Un acto electoral sin competencia
La contienda se llevó a cabo con una sola lista habilitada, Vamos Radicales, liderada por Valdés, luego de que la lista opositora Radicales en Acción, vinculada al exgobernador Ricardo Colombi, desistiera de participar denunciando irregularidades en el proceso electoral.
Entre las principales objeciones de Colombi y su sector se encuentran:
- Despidos de empleados públicos afiliados al radicalismo por no apoyar la lista de Valdés.
- Uso de recursos estatales, como vehículos oficiales, para la logística de la campaña.
- Falta de transparencia en la Junta Electoral partidaria, que desestimó las impugnaciones presentadas por el sector opositor.
Proclamación en acto político
Valdés asumirá formalmente la presidencia de la UCR provincial en un acto político que, según fuentes cercanas al mandatario, marcará el inicio de la estrategia electoral hacia 2025. La intervención de la UCR local, cuyo mandato expira en febrero de ese año, deberá formalizar la proclamación en las próximas semanas.
Denuncias ante la Justicia Federal
El proceso electoral interno fue judicializado por los sectores disidentes, que presentaron denuncias por irregularidades ante la Justicia Federal. Incluso, el interventor de la UCR provincial fue señalado por avalar el desarrollo del acto eleccionario pese a las objeciones planteadas.
Aunque la Junta Electoral partidaria rechazó las denuncias, el desenlace en el fuero judicial podría agregar un nuevo capítulo a esta disputa interna.
Proyecciones políticas
Con la conducción de la UCR provincial en manos de Valdés, el radicalismo correntino busca consolidar su posición de cara a las elecciones generales de 2025. No obstante, las denuncias y tensiones internas reflejan un escenario político complejo, donde la unidad del partido podría ser un desafío clave para mantener su hegemonía en la provincia.