La tormenta tropical Erin avanza por el Atlántico central con una trayectoria que mantiene en alerta a varias islas del Caribe y genera incertidumbre sobre un posible impacto en Estados Unidos. En este contexto, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) informó que, aunque el sistema aún presenta una estructura irregular, las condiciones ambientales se volverán más favorables para su intensificación en los próximos días, lo que podría hacer que se convierta en huracán antes del fin de la semana.
Este miércoles 13 de agosto, el centro de Erin se ubicará cerca de la latitud 16,5° norte y longitud 41,9° oeste, a una distancia considerable de tierra firme. Según el NHC, el sistema se desplazará hacia el oeste a una velocidad de 17 nudos (31 km/h) con vientos máximos sostenidos de 40 nudos (74 km/h) y ráfagas que alcanzarán los 50 nudos (93 km/h). La presión central mínima estimada será de 1004 milibares, lo que significa que se trata de un ciclón todavía en fase de fortalecimiento.
Los especialistas del NHC indicaron que Erin cruzará aguas progresivamente más cálidas y con menor influencia de aire seco, lo que facilitará un aumento de su intensidad. Los modelos de predicción coinciden en que la tormenta se transformará en huracán dentro de las próximas 48 horas.
De acuerdo al pronóstico oficial, así será la evolución del sistema:
El desplazamiento actual de Erin será hacia el oeste debido a la presencia de una fuerte dorsal de niveles medios y bajos al norte. Sin embargo, a partir del fin de semana, una ligera debilidad en ese sistema de alta presión, cerca de la longitud 65° oeste, desviará su recorrido hacia el noroeste, a una velocidad algo menor.
Según el informe del NHC, Erin podría acercarse lo suficiente a las islas de Sotavento del norte, Islas Vírgenes y Puerto Rico durante el fin de semana para provocar efectos en esas zonas. Sin embargo, la magnitud de esos impactos aún no está definida.
Por su parte, el meteorólogo senior de AccuWeather, Alex Sosnowski, indicó que aunque la trayectoria más probable mantendrá a Erin a varios cientos de kilómetros mar adentro frente a la costa este de Estados Unidos y Bermuda, un cambio en el recorrido podría modificar de forma significativa el escenario.
Existen dos escenarios principales:
En el peor de los casos, Erin podría llegar a tocar tierra con vientos huracanados, lluvias torrenciales e inundaciones por marejada ciclónica. Incluso sin un impacto directo, el crecimiento en tamaño del ciclón impulsará olas mar adentro que podrían superar los nueve metros de altura, con corrientes de resaca y fuerte oleaje que afecte desde la costa este de Florida hasta Nueva Inglaterra.