La licitación para la concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay, una de las arterias comerciales más importantes de Argentina, se encuentra en el centro de la polémica tras un proceso cargado de tensiones. Aunque inicialmente atrajo el interés de 11 empresas, solo la firma belga DEME presentó una oferta formal, situación que encendió alarmas en el sector y generó múltiples acusaciones de irregularidades.
Una vía estratégica y altamente disputada
La Hidrovía, descrita por la administración como “una de las reservas hídricas más importantes del mundo”, es la principal vía de exportación del país, utilizada para transportar el 80% de los bienes que Argentina envía al extranjero. La importancia estratégica de esta vía llevó al Gobierno a prometer un proceso de licitación “transparente y competitivo”, según las declaraciones del vocero Adorni.
No obstante, el camino hacia esa transparencia parece estar plagado de obstáculos. Entre las principales críticas, sectores políticos y empresariales denunciaron presiones para modificar los requisitos técnicos del pliego, mientras otros apuntaron a un supuesto direccionamiento en favor de la actual concesionaria, Jan de Nul, que sorpresivamente no presentó oferta en este proceso.
Una licitación en la mira
La licitación para la “modernización, ampliación, operación y mantenimiento” de la Hidrovía había sido convocada en noviembre pasado bajo la premisa de un contrato a riesgo empresario, desligando al Estado de la gestión directa. Se preveía incorporar mejoras como sistemas satelitales para seguimiento de buques, nuevas medidas de seguridad contra el narcotráfico y el terrorismo, y una mayor profundidad de dragado en tramos clave.
A pesar de estas ambiciosas metas, el resultado fue desalentador: DEME, única oferente, retiró su propuesta tras presentar denuncias previas sobre la falta de transparencia del proceso. Este desenlace generó sospechas de prácticas irregulares, lo que llevó al Gobierno a ordenar una investigación para determinar si DEME había ejercido presiones sobre otros competidores o si hubo intentos de asociación ilícita en perjuicio del Estado y los productores.
El peso de las presiones y antecedentes recientes
Desde el inicio del proceso, el Ejecutivo enfrentó cuestionamientos por parte de empresarios y sectores mediáticos. Adorni denunció “presiones” para alterar los pliegos y recordó que la justicia había validado el proceso licitatorio en tres instancias. Sin embargo, la salida de DEME como único oferente reavivó las críticas y puso bajo escrutinio la gestión gubernamental.
No es la primera vez que un proceso relacionado con la Hidrovía genera controversia. En 2022, durante la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, se lanzó una licitación internacional para el dragado, pero esta fue cancelada tras la impugnación de varias empresas, incluidas la danesa Rodhe Nielsen y la china CCCC Shanghai Dredging. En esta ocasión, la resolución gubernamental de noviembre pasado excluyó a todas las empresas estatales extranjeras, como la mencionada firma china, limitando aún más la competencia.
El futuro de la concesión y la incertidumbre en el sector
Actualmente, las tareas de dragado, balizamiento y operación de la Hidrovía están a cargo del Estado, que subcontrató a Jan de Nul y Emepa. La decisión de la primera de no presentarse como oferente generó sorpresa y alimentó sospechas sobre posibles acuerdos previos o desacuerdos con las condiciones del nuevo pliego.
En el sector, la incertidumbre es palpable. La Hidrovía no solo representa una infraestructura clave para el comercio exterior argentino, sino también un punto de fricción entre intereses políticos, económicos y estratégicos. A medida que avanza la investigación ordenada por el Gobierno, el resultado del proceso licitatorio y las posibles responsabilidades penales serán determinantes para el futuro de esta vía crucial.
Por ahora, la Hidrovía Paraná-Paraguay continúa siendo un eje de disputas que refleja los desafíos estructurales y las tensiones internas del país en su relación con los grandes actores de la economía global.
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