Matthew Samuda, ministro de Agua y Medio Ambiente de Jamaica, dijo que tenía más de 50 generadores disponibles para desplegar después de la tormenta, pero advirtió a las personas que aparten agua limpia y la usen con moderación. “Cada gota contará”, señaló.
Colin Bogle, asesor de Mercy Corps con base cerca de Kingston, comentó que la mayoría de las familias se están refugiando en sus hogares a pesar de que el gobierno ordenó evacuaciones en comunidades propensas a inundaciones.
“Muchos nunca han experimentado algo como esto antes, y la incertidumbre es aterradora”, manifestó. “Hay un miedo profundo a perder hogares y medios de vida, a sufrir lesiones y a ser desplazados”.
Horas antes de la tormenta, el gobierno de Jamaica dijo que había hecho todo lo posible para prepararse, mientras advertía sobre daños catastróficos.
“No hay infraestructura en la región que pueda soportar una categoría 5”, afirmó el primer ministro, Andrew Holness. “La pregunta ahora es la velocidad de recuperación. Ese es el desafío”.
Al menos tres personas murieron y otras trece resultaron heridas en distintas zonas del país caribeño durante las tareas de preparación previas a la llegada del huracán Melissa.
Según informó el ministro de Salud, Christopher Tufton, las víctimas fallecieron por accidentes vinculados con la caída de árboles o descargas eléctricas, mientras que la mayoría de los heridos sufrió golpes y caídas al intentar asegurar viviendas.
“No se aventuren fuera de su refugio seguro”, advirtió el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) en su comunicado matutino y luego detalló sobre los “efectos catastróficos” que podría tener el huracán en Jamaica.
Mientras, las autoridades jamaiquinas insistían en la urgencia de evacuar las zonas costeras.“Evacúen hoy, porque las condiciones van a deteriorarse”, remarcó la primera ministra Dana Morris Dixon, en un mensaje televisado que buscó convencer a los reacios a abandonar sus hogares.

El huracán Melissa se acerca a Jamaica este martes como una tormenta catastrófica de categoría 5, la más fuerte que golpeó la isla desde que comenzaron a llevarse registros hace 174 años.
Con vientos sostenidos de hasta 270 kilómetros por hora, se espera que la tormenta toque tierra temprano y cruce diagonalmente la isla. Poco después, se espera que golpee Cuba.