El pasado viernes 22 de noviembre cerró el plazo para presentar nuevas afiliaciones en la Unión Cívica Radical (UCR) de Corrientes. Según informó la intervención nacional del partido, se registraron 5.000 nuevas incorporaciones al padrón partidario. Sin embargo, esta cifra quedó lejos de las 25.000 afiliaciones que había anticipado el sector alineado con el gobernador Gustavo Valdés, lo que reavivó tensiones internas con el grupo liderado por el exgobernador Ricardo Colombi.
Afiliaciones bajo sospecha
El sector colombista, que mantiene un enfrentamiento histórico por el control del partido, denunció presuntas irregularidades en el proceso de afiliación. La semana pasada, presentaron una queja formal ante la intervención nacional de la UCR, exigiendo que se revise toda la documentación presentada. Además, solicitaron que se suspenda la elección interna programada para el 22 de diciembre, argumentando que las anomalías en el padrón podrían deslegitimar el proceso.
De no obtener una respuesta favorable, advirtieron que llevarán el reclamo a la Justicia Federal con competencia electoral en Corrientes, lo que podría desencadenar un nuevo conflicto judicial dentro del partido gobernante en la provincia desde 2001.
El rol de la intervención nacional
La intervención nacional de la UCR, designada para garantizar la transparencia y la unidad partidaria en la provincia, informó que los documentos serán revisados antes de ser enviados a la Justicia Federal. Sin embargo, las críticas hacia su gestión no se han hecho esperar. Mientras el sector valdesista celebra las nuevas incorporaciones como un fortalecimiento del partido, los colombistas cuestionan la veracidad de las cifras y apuntan a posibles maniobras políticas para consolidar el poder interno de Valdés.
Una interna que trasciende lo provincial
La disputa no solo afecta a la dinámica interna del radicalismo correntino, sino que también podría tener repercusiones a nivel nacional, en un contexto donde la UCR busca consolidarse como un actor clave dentro de la alianza Juntos por el Cambio.
El conflicto expone divisiones históricas que amenazan con debilitar al partido en una provincia donde el radicalismo ha sido hegemónico por más de dos décadas. La resolución de esta disputa será clave no solo para definir el liderazgo local, sino también para posicionar a Corrientes como un bastión estratégico en el escenario político nacional.
Próximos pasos
Con la elección interna a solo semanas de distancia, las tensiones en la UCR Corrientes siguen escalando. Mientras el sector de Valdés confía en que el proceso avanzará sin mayores contratiempos, el grupo de Colombi parece decidido a judicializar el conflicto.
El desenlace de esta interna definirá no solo el futuro inmediato del radicalismo correntino, sino también su capacidad para mantener la cohesión interna en medio de una coyuntura política marcada por desafíos tanto locales como nacionales.