Cinco presuntas damnificadas declararon este jueves en el juicio oral que se lleva adelante en la provincia de Salta contra Leonardo Cositorto, líder de Generación Zoe, acusado de múltiples estafas reiteradas y asociación ilícita. Las mujeres —una abogada, una empleada administrativa, dos docentes y una ama de casa— ofrecieron su testimonio en la tercera audiencia del debate que se desarrolla en la Sala de Grandes Juicios del Poder Judicial salteño.
Durante sus declaraciones, las testigos coincidieron en señalar que Cositorto presentaba la organización como una vía hacia “una vida en abundancia”, con promesas de retorno económico, bienestar espiritual y beneficios exclusivos. Relataron que tomaron contacto con la empresa a través de conferencias, charlas motivacionales y redes de WhatsApp, donde el acusado difundía mensajes con contenido aspiracional y pseudorreligioso.
Una de las declarantes recordó que asistió a una conferencia en una de las oficinas centrales de Zoe en la ciudad de Salta. Allí, dijo, Cositorto afirmaba contar con un equipo profesional que trabajaba para multiplicar los fondos de los inversores. “Había un montón de asistentes”, relató, y agregó que el discurso le generó confianza, especialmente al ver una aplicación móvil que mostraba un supuesto crecimiento del capital.
La mujer también mencionó que, si bien había escuchado sobre estafas piramidales, no creyó que Zoe incurriera en esas prácticas. En su declaración, aseguró que Cositorto prometía acceso a terrenos en barrios privados, tratamientos en centros de estética, viajes en cruceros e incluso una mina de oro supuestamente adquirida por la organización.
El discurso, reforzado con mensajes enviados por WhatsApp, giraba en torno a una propuesta espiritual y material: “la vida Zoe”. El líder de la red sostenía que estaban “creando iglesias en todo el mundo” y fomentaba una comunidad de pertenencia entre los afiliados.
Las otras cuatro testigos relataron que, cuando comenzaron a circular las primeras denuncias públicas en la provincia de Córdoba, ya no podían recuperar el dinero invertido ni acceder a los intereses prometidos. “Todo se cayó de un momento a otro”, expresó una de ellas.
Leonardo Cositorto ya fue condenado el pasado 25 de febrero a 12 años de prisión en la provincia de Corrientes por otros casos relacionados. En este proceso en Salta, está imputado por 118 hechos de estafas reiteradas y asociación ilícita, junto a Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz.