A veces, un número puede ser una información muy fría. Decir: “al finalizar la primaria, uno de cada tres estudiantes no alcanza el nivel esperado de comprensión lectora” puede no suponer más que un dato que se lee pensando ya en otra cosa. Habría que ponerle cara y nombre a esos estudiantes, darle una identidad a ese número que duele. Son alrededor de 55.000 estudiantes —de los 160.000 que cada año entran al secundario— que no tienen asegurado el derecho a leer y escribir.
Vanesa de Mier, doctora en Letras y profesora asistente de la Cátedra de Psicolingüística en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, formó parte del programa “Queremos aprender”, dirigido por Ana Borzone. Juntos diseñaron una estrategia de enseñanza para que los niños en primer grado alcancen un adecuado nivel de alfabetización y comprensión lectora. De Mier visitó las oficinas de Ticmas y habló sobre cómo las capacidades empobrecidas de comprensión lectora provocan un efecto negativo muy difícil de revertir en el secundario.
Diagnóstico y Soluciones Propuestas
De Mier explicó que los estudiantes llegan al secundario con muchas dificultades en comprensión lectora, logrando identificar información literal pero teniendo problemas para realizar inferencias. Estas dificultades pueden estar ligadas a una falta de vocabulario o conocimiento de géneros, así como a habilidades básicas no automatizadas, como el reconocimiento de palabras.
“La decodificación de las palabras es un proceso que debe consolidarse desde el jardín de infantes o primer grado,” explicó. Este proceso implica relacionar letras con sonidos y recuperar la pronunciación de las palabras, algo que los lectores expertos hacen sin dificultad. Sin embargo, en el secundario, muchas dificultades en comprensión lectora se deben a que estos procesos aún no están automatizados, lo cual arrastra falencias en la enseñanza explícita de estos procesos en la primaria.
Además, De Mier destacó la importancia de enseñar explícitamente el reconocimiento de diferentes tipografías y vocabulario académico, técnico y disciplinar. “Conocer una palabra implica conocer su representación ortográfica, pronunciación y significados según el contexto,” afirmó, subrayando la necesidad de una enseñanza explícita y transversal de estos aspectos en todas las áreas del conocimiento.
Estrategias para Mejorar la Comprensión Lectora
De Mier sugirió varias estrategias para mejorar la comprensión lectora, como la lectura en voz alta, la práctica constante y la enseñanza transversal. También propuso la articulación fuerte entre el primer año de secundaria y los últimos años de primaria, así como la continuidad entre el jardín de infantes y la primaria.
“Es crítico aprender a leer y escribir para el aprendizaje en general,” explicó De Mier. Las dificultades en la lectura generan desmotivación, especialmente en los niños de cuarto grado, quienes a menudo se frustran y pierden interés en leer. Por ello, es fundamental realizar diagnósticos tempranos para identificar y remediar estas dificultades, evitando así que la brecha se haga cada vez más grande y conduzca al fracaso y abandono escolar.
Revisión del Currículum de Secundaria
Finalmente, De Mier subrayó la necesidad de modificar el currículum del secundario para incluir una enseñanza más explícita de los procesos básicos de lectura y escritura. “El currículum de secundario está organizado en torno a disciplinas, lo cual es rico en términos del desarrollo del conocimiento, pero cuando hay dificultades de base en la lectura y escritura, se transforma en una bola de nieve,” señaló. Es crucial asegurarse de que los procesos de lectura y escritura estén consolidados para que los estudiantes puedan aprovechar al máximo su educación secundaria.
Con estos enfoques, se espera mejorar significativamente la alfabetización y comprensión lectora de los estudiantes, asegurando su derecho a una educación de calidad y equitativa.