En la Avenida 9 de Julio, frente al emblemático edificio que alguna vez albergó el Ministerio de Obras Públicas (MOP), una estatua se alza con una mirada severa y una mano extendida. Para muchos, pasa desapercibida. Para otros, es un mensaje evidente: la representación de una estructura de corrupción enquistada en la historia argentina.
Desde su construcción en los años ’30, el edificio ha sido testigo de la evolución de la obra pública y sus sombras. A lo largo de las décadas, su administración cambió de nombre y de responsables, pero el problema de la corrupción persistió.
El Ministerio de Obras Públicas: historia de un poder clave
El MOP fue un organismo central en la ejecución de la obra pública nacional. Con el tiempo, sus funciones y estructura fueron mutando. Durante el kirchnerismo, pasó a denominarse Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, bajo la conducción de Julio De Vido, un nombre asociado a múltiples causas judiciales por corrupción y desvío de fondos públicos.
Con la llegada de Mauricio Macri al poder, el ministerio fue desmantelado y dividido en varias carteras, en un intento por reorganizar la administración de los recursos estatales. Sin embargo, el legado de la corrupción en la obra pública seguía pesando sobre el país.
El enigma de la estatua: un símbolo de la corrupción
El origen de la enigmática estatua es difuso. La versión más aceptada señala que fue encargada al escultor Troiano Troiani, aunque no existen registros oficiales ni planos que confirmen su presencia en la planificación original del edificio.
El imponente inmueble, conocido hoy como el Edificio de Evita, fue diseñado por el arquitecto Alberto Belgrano Blanco y finalizado en 1933 por José Hortal, entonces director de la Dirección Nacional de Arquitectura. Actualmente, alberga el Ministerio de Salud de la Nación, pero su fachada sigue ocultando esta figura peculiar: una estatua de piedra con la mano extendida, en una pose que algunos interpretan como un pedido de favores o sobornos.
La obra pública: un negocio millonario y sus oscuros mecanismos
A lo largo de la historia argentina, la Dirección Nacional de Vialidad y la Cámara Argentina de la Construcción han sido actores clave en la distribución de fondos para infraestructura. Con el tiempo, las formas de corrupción se diversificaron: desde licitaciones amañadas hasta el famoso caso de los «cuadernos de las coimas», que reveló un esquema de sobornos pagados en efectivo y transportados en valijas.
La estatua, con su gesto silencioso, sigue allí. Para algunos, es solo una escultura sin significado oculto. Para otros, es el recordatorio de una estructura que, a lo largo de los años, ha sido difícil de erradicar. Un símbolo que, más que un testimonio del pasado, sigue vigente en el presente.