El caso por la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años que fue visto por última vez en julio de 2024 en la localidad de 9 de Julio, provincia de Corrientes, podría tener un giro determinante. La querella que representa a la familia del menor presentó un escrito solicitando la aplicación de la figura del «imputado colaborador», comúnmente conocida como «arrepentido», con la intención de quebrar el pacto de silencio que, según afirman, impide llegar a la verdad.
El documento, titulado “La voz que rescate a Loan”, fue entregado el 30 de abril a la jueza federal Cristina Pozzer Penzo y habría sido aceptado. La herramienta legal, prevista en la Ley 27.304, permite reducir la pena de un imputado si brinda información veraz y útil para esclarecer delitos complejos. En este caso, se espera que alguno de los siete detenidos —o personas allegadas— aporte datos que permitan encontrar al menor.
“Algunos de los detenidos o las personas que los rodean siguen escondiendo en su conciencia el lugar donde Loan está esperando que lo encontremos”, sostiene el texto presentado por los abogados de la familia, que apunta directamente al núcleo de silencio que rodea la investigación.
Los detenidos y el silencio persistente
Los imputados con prisión preventiva hasta el momento son Antonio Benítez, Laudelina Peña, María Victoria Caillava, Carlos Guido Pérez (imputado por amenazas), Daniel “Fierrito” Ramírez, Walter Maciel y Mónica Millapi. Las defensas de algunos de ellos insisten en que las acusaciones no tienen sustento probatorio suficiente y han denunciado irregularidades en la investigación.
Sin embargo, la querella mantiene firme la hipótesis de que uno o más de los involucrados conoce el paradero del niño, o bien, detalles esenciales para reconstruir lo que ocurrió el día de su desaparición.
Un aniversario que duele
El próximo 8 de mayo, Loan cumpliría 6 años, un hecho que marca emocionalmente a su familia y a todo el país. Desde su desaparición, su rostro se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad y la indiferencia. En redes sociales y medios de comunicación, el caso nunca desapareció del todo, pero la investigación no ha arrojado avances concretos.
En este contexto, la figura del arrepentido representa la última carta judicial fuerte para destrabar el expediente. La estrategia de la querella apunta más allá del Código Penal: intenta llegar a la conciencia de quienes podrían, con una sola confesión, terminar con el calvario de una familia y de un país entero.
“Estamos apelando a la humanidad de alguien que, tal vez, no pueda vivir más con esta verdad dentro suyo”, afirmó uno de los abogados a la prensa local.
Mientras tanto, la búsqueda de Loan sigue activa, aunque con esperanzas cada vez más dependientes de una confesión liberadora que pueda torcer el rumbo de un caso que se transformó en una herida nacional.
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