La Unión Cívica Radical (UCR) de Corrientes vive momentos de alta tensión interna tras la decisión de su Comité Central de convocar a elecciones internas de autoridades partidarias para el 18 de mayo de 2025. La resolución, que lleva las firmas del presidente del Comité, Ricardo Colombi, y la secretaria general, Graciela Rodríguez, fue dada a conocer ayer por la tarde, sorprendiendo a varios sectores dentro del partido.
El sector liderado por el actual gobernador de la provincia, que hasta el momento había impulsado la idea de realizar las elecciones este mismo 27 de octubre, no ha emitido declaraciones oficiales ni manifestado una respuesta clara respecto a la decisión del Comité. Esta falta de comunicación ha generado incertidumbre sobre los próximos pasos que tomarán las distintas facciones del partido, ya que las expectativas dentro de su espacio interno apuntaban a una votación inmediata.
La diferencia en las fechas propuestas revela una grieta interna cada vez más pronunciada dentro del partido gobernante. Mientras que el Comité Central, bajo el liderazgo de Colombi, aboga por una elección más espaciada en mayo de 2025, el sector afín al actual gobernador busca resolver las internas de manera urgente, con una elección este mismo mes. La disputa entre ambos líderes, ambos con fuerte peso en la UCR correntina, ha derivado en confusión dentro del partido, lo que podría tener repercusiones en la estabilidad interna del espacio y en la conducción política de la provincia.
La decisión de postergar las elecciones hasta mayo del año próximo no ha sido bien recibida por los sectores que apoyan una resolución más rápida. Sin embargo, aún no está claro cómo el gobernador y su equipo manejarán esta situación, ni si intentarán revertir la decisión del Comité Central, que parece firme en su postura de extender los tiempos del proceso electoral interno.
La confusión generada por la falta de acuerdo entre las principales facciones de la UCR correntina podría intensificarse en los próximos días, a medida que se acerque la fecha del 27 de octubre, originalmente impulsada por el sector del gobernador. Esta divergencia de criterios podría representar un desafío significativo para la unidad del partido, en especial considerando el peso político de Corrientes dentro del escenario nacional del radicalismo.
El escenario plantea interrogantes sobre el futuro de la UCR en la provincia y la capacidad de sus principales líderes para encontrar un punto de conciliación que evite una ruptura dentro del espacio. Con las elecciones generales en el horizonte, la estabilidad interna del partido será clave para mantener su rol preponderante en la política correntina.
La falta de una postura oficial por parte del sector del gobernador solo ha incrementado la especulación sobre si buscarán una solución negociada o si, por el contrario, la tensión escalará hacia un conflicto abierto que podría tener repercusiones en la conducción del partido.
El Comité Central de la UCR deberá enfrentar en los próximos días un desafío doble: mantener la disciplina interna de sus estructuras y encontrar un camino de consenso que asegure la cohesión del espacio, crucial para los retos electorales que se avecinan en Corrientes.
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