En noviembre de 2024, en una reunión cargada de expectativas en el Instituto Patria, Cristina Fernández de Kirchner recibió a referentes del peronismo correntino. Entre ellos estuvieron José Ottavis, Tincho Ascúa, Ana Almirón, varios intendentes y otros dirigentes que, tras el encuentro, aseguraron a medios locales que la entonces flamante presidenta del Partido Justicialista nacional visitaría Corrientes en marzo de 2025.
El anuncio había generado entusiasmo en las bases y en parte de la dirigencia, no solo por el peso simbólico de una visita de la ex mandataria, sino también porque Corrientes y Santiago del Estero son las dos únicas provincias que este año eligen gobernador, posicionándolas como termómetro electoral de cara al futuro político del país.
Los trascendidos indicaban que Cristina llegaría primero a la localidad de 9 de Julio, donde desapareció el niño Loan Peña, en un gesto que combinaba empatía con un mensaje político fuerte. Luego, tenía previsto trasladarse a Goya, segunda ciudad más importante de la provincia, para reforzar la campaña y mostrar respaldo al peronismo local.
La visita que no fue
Sin embargo, marzo pasó, abril también, y Cristina nunca llegó a Corrientes. La falta de definiciones oficiales y el silencio de los principales voceros generaron malestar y desorientación dentro del espacio. Algunos dirigentes que habían asistido a la reunión en Buenos Aires reconocen, en voz baja, cierto desengaño y desorganización en la conducción partidaria.
«Nos expusimos ante nuestra militancia, prometiendo una visita que nunca se concretó. Hoy quedamos solos en el territorio«, expresó un dirigente justicialista del interior provincial que pidió reserva de su nombre.
La ausencia de Cristina deja también interrogantes sobre su verdadero nivel de compromiso con los armados provinciales, sobre todo en distritos donde el PJ viene golpeado por derrotas sucesivas y fragmentaciones internas, como es el caso de Corrientes.
Internas, distancias y una campaña sin brújula
En el actual escenario correntino, el PJ enfrenta una crisis de liderazgo y representación. Dirigentes como José “Tata” Sanánez ya se desmarcaron de la conducción actual y están explorando alianzas con Vamos Corrientes, la coalición oficialista liderada por el gobernador Gustavo Valdés.
Otros espacios como Corrientes Futura, conducido por Verónica Molina, también optaron por transitar fuera del PJ, apostando a una construcción peronista fuera del sello partidario y articulando con sectores más amplios.
La no visita de Cristina acentúa la falta de cohesión en el peronismo correntino, que, lejos de mostrar unidad de cara a las elecciones, transita una campaña con fisuras, promesas incumplidas y liderazgos en disputa.
¿Desinterés o estrategia?
Desde el Instituto Patria no hubo comunicación oficial que desmintiera ni confirmara la postergación de la visita. El silencio podría interpretarse como una estrategia o, simplemente, como una señal de desinterés, lo cual abre un nuevo capítulo de tensiones entre la conducción nacional y las bases del interior del país.
Mientras tanto, en Corrientes, el reloj electoral avanza y el PJ parece seguir buscando su lugar, entre alianzas cruzadas, promesas que no se cumplen y una dirigencia que necesita, más que nunca, señales claras desde lo más alto de su estructura política.
¿Cristina llegará más adelante? ¿Habrá reconfiguración total del justicialismo provincial? Por ahora, todo parece indicar que la visita a 9 de Julio y Goya quedó en el plano de la especulación. Y en la política, como en la vida, las ausencias también comunican.