El diputado nacional Lisandro Almirón, representante de La Libertad Avanza, salió en defensa del veto presidencial aplicado por Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. En declaraciones a Futurock FM, el legislador advirtió que la medida es clave para proteger la división de poderes en Argentina y garantizar la continuidad del esquema económico del gobierno, que busca el equilibrio fiscal y el déficit cero.
Almirón argumentó que la Constitución Nacional otorga al Poder Ejecutivo dos herramientas fundamentales para contrarrestar decisiones adversas del Congreso: el veto presidencial y el decreto de necesidad y urgencia. “Sin estas herramientas, una mayoría circunstancial en el Congreso podría vulnerar la voluntad popular, imponiendo un rumbo diferente al elegido por los ciudadanos en las urnas”, afirmó el diputado.
Veto como herramienta de control
El legislador insistió en que el veto es una herramienta política legítima que el Presidente de la Nación utilizó para mantener el control del gasto público dentro del esquema económico previsto para el año. “El objetivo principal es preservar el déficit cero, que es uno de los pilares de este gobierno. No se trata solo de la educación pública, sino de garantizar que no se aprueben leyes sin los recursos necesarios para implementarlas”, señaló Almirón.
Además, el diputado criticó a aquellos que impulsan el financiamiento universitario sin proponer de dónde provendrían los fondos. “Una ley sin una debida asignación de recursos obliga al Ejecutivo a tomar decisiones que no quiere, como aumentar impuestos o endeudarse para cumplir con la norma”, agregó, resaltando la importancia de un enfoque más responsable.
Cuestionamientos a la falta de transparencia en las universidades
Almirón también puso en duda la gestión financiera de las universidades públicas, afirmando que “no tienen rendiciones de cuentas claras”. Según el legislador, las universidades no quieren ser auditadas, lo que genera una falta de transparencia sobre cómo se manejan los fondos públicos. “La discusión no se centra en la educación pública como tal, sino en la falta de control y rendición de cuentas”, criticó.
En referencia a la reciente marcha federal universitaria, Almirón la calificó de “show político”, argumentando que las demandas reales de los estudiantes y docentes fueron opacadas por intereses políticos. “Lo que defienden son privilegios, como los de los docentes jefes de cátedra, mientras que la mayoría de los argentinos ni siquiera llega a la universidad pública”, subrayó el diputado.
La educación y el acceso desigual
El diputado enfatizó que el problema principal radica en la falta de acceso a la educación superior por parte de la mayoría de la población. “Muchos argentinos no logran acceder a la universidad pública, y aquellos que sí lo hacen disfrutan de privilegios que no quieren rendir cuentas. No se trata solo de financiar la educación pública, sino de garantizar que esos recursos se utilicen de manera eficiente y transparente”, concluyó Almirón.
Con su defensa del veto presidencial, Almirón reafirma la postura del gobierno de Javier Milei de mantener un control estricto sobre el gasto público y asegura que la prioridad es un manejo más responsable de los recursos del Estado, sin comprometer el equilibrio fiscal ni la estabilidad económica del país.
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