El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, junto a otros mandatarios radicales, participó ayer en un almuerzo con el presidente Javier Milei en Casa de Gobierno. El encuentro se dio en medio de la controversia generada por las recientes declaraciones de Milei, en las que acusó al expresidente Raúl Alfonsín de haber sido un “golpista” y de participar en la caída de Fernando de la Rúa en 2001.
Tras la reunión, que finalizó pasada las 15 horas, los gobernadores Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Valdés (Corrientes) se dirigieron a la prensa. Valdés aseguró que la conversación con Milei estuvo enfocada en “el futuro”, sin centrarse en las tensiones del pasado. “Se conversó que no estábamos de acuerdo en el punto de vista, pero nosotros estuvimos hablando del futuro”, afirmó, al tiempo que justificó la crítica de Milei a Alfonsín como una expresión propia de la “frescura” del presidente.
La postura de Milei sobre Alfonsín y el radicalismo
La semana pasada, durante una conferencia en Córdoba, Milei calificó al expresidente Alfonsín como golpista, acusándolo de haber desempeñado un papel en la salida de Fernando de la Rúa en 2001, en una crisis que dejó heridas políticas en la historia reciente de Argentina. Si bien estos dichos generaron un malestar en el ámbito de la UCR, los gobernadores decidieron optar por un enfoque conciliador, priorizando proyectos que impulsen el crecimiento del país.
Gobernadores radicales: una visión enfocada en el desarrollo
El grupo de mandatarios radicales, que representa un sector crucial en el mapa político del país, ha buscado construir un diálogo constructivo con el actual gobierno, centrándose en desafíos como el desarrollo económico y la infraestructura. Aunque las declaraciones de Milei hacia Alfonsín remueven la historia reciente, los gobernadores radicales consideran que las prioridades nacionales requieren dejar las diferencias de lado para abordar los problemas que afectan a sus provincias.
El enfoque en el futuro y en la búsqueda de consensos refleja la voluntad de los gobernadores de evitar conflictos con el Ejecutivo y de encontrar soluciones para el bienestar de sus ciudadanos, dejando claro que las diferencias ideológicas no deben ser un obstáculo para el avance del país.
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