Karina Obredor, madre de Tomás, un niño de solo 8 años, vivió momentos de angustia cuando su hijo fue atacado por dos perros Pitbull mientras jugaba en la casa de un vecino en el barrio Laguna Seca. La situación ha reavivado el debate sobre la tenencia responsable de perros de gran porte y el peligro que representan cuando no se toman las precauciones adecuadas.
“Salíamos de la escuela y uno de sus compañeritos vive a la vuelta. Me pidió ir a jugar a su casa, pero yo ya sabía que en esa casa había Pitbulls. Le pedí a mi vecina que, por favor, no dejara a los chicos cerca de los perros”, relató Karina, aún conmocionada por lo ocurrido. Pese a sus advertencias, la tragedia no pudo evitarse.
“Al rato, unos chicos vinieron a mi negocio para avisarme que mi hijo había sido atacado por los dos perros. Fui corriendo desesperada y me encontré con que prácticamente le habían mordido las piernas”, recordó la madre.
Tomás fue llevado de urgencia a la salita del barrio, donde fue atendido por las graves heridas en sus piernas. “Le tuvieron que poner 13 puntos de sutura. Han pasado cuatro días y recién pudo volver a caminar”, explicó Karina, quien aún no puede creer la falta de responsabilidad de los dueños de los animales.
Un pedido de justicia y responsabilidad
Además de sobrellevar el trauma de ver a su hijo herido, Karina tuvo que enfrentar la indiferencia de los propietarios de los Pitbulls. “Hice la denuncia en la Comisaría Veintiuno, pero hasta ahora los dueños no han venido a preguntarme si necesitaba algo o si me podían ayudar con los medicamentos”, denunció con evidente frustración.
Para Karina, lo más importante es que este tipo de situaciones no se repita. “Lo que quiero es que esto no le pase a ningún otro chico. Los perros siguen sueltos y pueden volver a atacar”, concluyó, visiblemente preocupada por la falta de medidas que garanticen la seguridad de los niños en el barrio.
Tenencia responsable de perros de gran porte
El caso de Tomás pone nuevamente en discusión la necesidad de regular la tenencia de perros considerados peligrosos y las responsabilidades que deben asumir los propietarios. Perros de gran porte, como los Pitbulls, requieren cuidados específicos, entrenamiento adecuado y, sobre todo, supervisión constante para evitar tragedias como la que vivió esta familia.
El incidente en Laguna Seca no es el primero de este tipo, y organizaciones locales ya han pedido más control sobre la tenencia de animales peligrosos. La falta de regulaciones claras y la irresponsabilidad de algunos propietarios siguen generando situaciones de alto riesgo, donde la vida de las personas, en especial de los niños, queda expuesta.
La comunidad espera que, a partir de este caso, se tomen acciones más firmes para garantizar la seguridad en las áreas urbanas y rurales donde los perros de gran porte viven sin las medidas de contención necesarias.