Meta, la compañía propietaria de Facebook, Instagram y Threads, ha dado un giro drástico en sus políticas de moderación de contenido bajo el liderazgo de su CEO, Mark Zuckerberg. Según las nuevas directrices anunciadas esta semana, las plataformas permitirán acusaciones de «enfermedad mental» o «anormalidad» hacia personas basándose en su género u orientación sexual, en un contexto descrito como de «discurso político o religioso».
La decisión, enmarcada en una estrategia para priorizar la libertad de expresión, ha generado una ola de críticas, especialmente entre organizaciones defensoras de los derechos LGBT+.
Cambios en las normas de moderación
Entre los puntos clave de las nuevas políticas de Meta se encuentran:
- Permiso para insultos basados en género u orientación sexual, específicamente en términos como «enfermo mental» o «raro».
- Eliminación de los verificadores de hechos de terceros, reemplazados por un sistema de «notas comunitarias» inspirado en el modelo de X (anteriormente Twitter).
- Abolición de restricciones sobre insultos relacionados con apariencia física, raza, etnia, religión, discapacidad o enfermedades graves.
En un comunicado, la empresa justificó las medidas diciendo que las plataformas de Meta buscan ser un espacio donde «todo lo bueno, lo malo y lo feo pueda mostrarse».
Reacciones de la comunidad y expertos
La organización británica Stonewall, la más grande en defensa de los derechos LGBT+, expresó su rechazo a las nuevas políticas de Meta. Simon Blake, director ejecutivo de la entidad, afirmó:
«El odio y la desinformación en línea dañan la forma en que la sociedad ve y trata a los grupos marginados y socavan la cohesión social. El enfoque de Meta pone la política por encima de las personas».
Stonewall ya solicitó una reunión con la compañía para abordar sus «preocupaciones urgentes».
Una medida enmarcada en el «caos» de la libertad de expresión
Zuckerberg justificó el cambio como una respuesta a «un punto de inflexión cultural hacia la revalorización de la libertad de expresión», mencionando también la influencia de las recientes elecciones en diversos países.
En línea con esta visión, Meta sostuvo que las nuevas reglas reflejan la naturaleza abierta y caótica de las redes sociales:
«En plataformas donde miles de millones de personas se expresan, todo lo bueno, lo malo y lo feo se muestra. Pero eso es libertad de expresión», indicó un portavoz.
El cambio ha sido aplaudido por figuras como Elon Musk, propietario de X, quien calificó la decisión como «realmente emocionante».
Preocupaciones por el impacto social
Las nuevas políticas de Meta han reavivado los temores sobre el aumento de la toxicidad y la violencia verbal en línea. Expertos advierten que la relajación de las normas podría exacerbar el acoso, especialmente hacia comunidades vulnerables.
Un informe reciente de la organización Amnistía Internacional señaló que, en redes sociales con menor moderación, como X, los discursos de odio se incrementaron significativamente, afectando la seguridad de usuarios de comunidades minoritarias.
Hacia un nuevo paradigma de las redes sociales
El movimiento de Meta refleja un cambio generalizado en las grandes plataformas hacia una mayor libertad de contenido, con menos intervención en la moderación. Sin embargo, la implementación de estas políticas plantea un desafío complejo: encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión y la protección de los derechos humanos.
En un contexto donde la polarización social está en aumento, los próximos meses serán clave para evaluar el impacto real de estas decisiones y si cumplen el objetivo de «fomentar la comunidad», como argumenta Meta, o si, por el contrario, agravan la división social.