El presidente argentino, Javier Milei, ha tomado una decisión contundente respecto a los privilegios fiscales que el gobierno anterior había otorgado a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). A través del decreto 939/2024, Milei estableció una fecha límite de seis meses para el régimen impositivo instaurado en 2023, con el fin de reformular las exenciones y beneficios concedidos a la entidad que dirige Claudio “Chiqui” Tapia.
¿Por qué se pone fin al régimen impositivo?
El conflicto entre el Gobierno y la AFA viene escalando desde que Tapia fue reelegido por unanimidad por los clubes de fútbol, una elección que Milei calificó como sospechosa y comparó con los manejos de Nicolás Maduro en Venezuela. Según el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, el régimen actual ha provocado un déficit fiscal de $7.000 millones en tan solo seis meses. La alícuota vigente, que permite a los clubes pagar sus aportes previsionales con ingresos de entradas, pases y derechos televisivos, no es suficiente para compensar las contribuciones.
Sturzenegger subrayó la necesidad de reformular este sistema para hacerlo más sostenible y también aprovechó la oportunidad para promocionar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) como una posible solución a los problemas financieros que enfrentan muchos clubes.
El Comité para reformar el régimen impositivo
Durante el plazo de seis meses, un Comité Especial trabajará en la creación de un nuevo sistema de contribuciones fiscales para la AFA y los clubes. Este equipo estará compuesto por representantes de los Ministerios de Economía y Justicia, la AFIP, la ANSES, la Secretaría de Trabajo, la Subsecretaría de Deportes, además de delegados de la AFA y los clubes de Primera División e inferiores. Todos actuarán ad honorem.
El objetivo del Comité será proponer un sistema que fortalezca la seguridad social de los trabajadores del fútbol sin generar una carga fiscal insostenible para el Estado. También buscará alternativas que favorezcan la transparencia en la administración de los fondos de la AFA.
La tensión política con “Chiqui” Tapia
Este enfrentamiento entre el Gobierno de Milei y Claudio Tapia no es nuevo, pero ha alcanzado un punto álgido tras la negativa de la AFA a permitir que los socios de los clubes decidan sobre la incorporación de capital privado a través de las SAD. Para Milei, esta resistencia es señal de que existen “situaciones irregulares” dentro de la AFA y los clubes. El presidente ha prometido investigar a fondo las finanzas de la AFA y analizar los libros contables aprobados durante la asamblea en la que Tapia fue reelecto hasta 2028.
El gobierno también ha dejado claro que no solo están en juego los privilegios impositivos de la AFA, sino también un cambio estructural en el fútbol argentino. Milei ha sido enfático al afirmar que el régimen anterior, establecido por el kirchnerismo, beneficiaba de forma desproporcionada a la AFA y sus dirigentes, y su administración está decidida a acabar con esas prácticas. “Iremos hasta el hueso si es necesario”, advirtió el presidente, dejando en claro que esta disputa no será de corta duración.
La apertura del fútbol a la competencia
Una de las principales propuestas del presidente es que los socios de los clubes tengan la libertad de decidir si quieren el ingreso de inversores privados. Aunque Milei aclara que “nadie está obligado a cambiar de modelo societario”, defiende la idea de que aquellos que lo deseen deberían tener la opción de incorporar capitales privados. Esto ha sido una línea divisoria entre el Gobierno y la AFA, que se ha mostrado reacia a cualquier modificación en la estructura actual.
Conclusión
La decisión de finalizar el régimen impositivo de la AFA marca un hito en la gestión de Javier Milei. El Gobierno busca reducir el peso fiscal que representan los clubes y reestructurar el sistema para que sea más transparente y eficiente. Al mismo tiempo, la disputa con Tapia por la incorporación de capital privado promete seguir escalando, lo que podría generar cambios profundos en el fútbol argentino.
Mientras tanto, el Comité Especial tendrá seis meses para delinear un nuevo régimen fiscal que permita a los clubes cumplir con sus obligaciones de manera sostenible, mientras el Gobierno sigue investigando las finanzas de la AFA. Con estas reformas, Milei busca no solo un fútbol más competitivo, sino también uno más transparente y alineado con los principios de su gobierno liberal.