El narcoterrorismo en Rosario marcó un nuevo punto de inflexión en la escalada de violencia con un video que expone amenazas directas a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. En las imágenes, cuatro hombres armados con subfusiles, pistolas Glock, un FAL y una escopeta advierten sobre una ola de asesinatos en Buenos Aires y Santa Fe, desafiando la autoridad gubernamental y judicial.
Las amenazas y el mensaje del narcoterrorismo
El video comienza con una advertencia explícita: “Esto nunca se va a terminar”. Los hombres, que exhiben su arsenal de armas de guerra, señalan a Pullaro como responsable de usar «gente inocente» para consolidar su poder y critican la gestión política y judicial.
Dirigiéndose a Bullrich, los criminales la tildaron de «mafiosa» y amenazaron con extender la violencia hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, declararon que irán contra fiscales de Rosario, a quienes consideran «la verdadera mafia».
El video cierra con un mensaje escalofriante: “Vamos a dejar muertos por toda la capital de Buenos Aires y Santa Fe”.
Un arsenal inédito en manos criminales
El video no solo expone la gravedad del narcoterrorismo, sino también un poder de fuego sin precedentes. Entre las armas identificadas, destaca la presencia de un fusil FAL, versión paracaidista, utilizado en recientes balaceras en Rosario. Fuentes de seguridad confirmaron que es la primera vez que un arma de estas características aparece en manos de delincuentes locales, marcando un preocupante aumento en el acceso a armamento sofisticado.
Además, se sospecha que las bandas no solo se abastecen de las municiones de la Policía de Santa Fe, sino también de armerías militares, incluso con provisiones desviadas desde otros países.
La respuesta del Gobierno
El gobierno de Javier Milei reaccionó de inmediato. En un comunicado oficial, se confirmó que ya se trabaja en conjunto con las autoridades provinciales para identificar a los responsables del video. El presidente replicó el mensaje en redes sociales con un claro posicionamiento:
«El crimen no paga ni pagará jamás en nuestro gobierno. No será rentable ser delincuente. El que las hace las paga.»
Patricia Bullrich también se pronunció, asegurando que las bandas criminales serán enfrentadas con “todo el peso de la ley”.
Un desafío que trasciende Rosario
Las amenazas no solo reflejan el poder y la osadía de estas organizaciones, sino también un acceso alarmante a recursos bélicos y una sofisticación en sus operaciones. El hecho de que estas declaraciones apunten directamente al corazón del poder político y se extiendan hacia Buenos Aires indica un intento por ampliar su alcance territorial y desestabilizar al gobierno.
La violencia en Rosario ya había tenido episodios graves durante el año, con ataques a escuelas, hospitales y trabajadores esenciales. Las medidas de control implementadas por las fuerzas de seguridad generaron represalias, evidenciando la complejidad del combate al narcoterrorismo en la región.
Un camino sin retorno
El gobierno enfrenta uno de los desafíos más significativos de los últimos años: contener a estas organizaciones mientras se restablece la seguridad en Santa Fe y se previenen nuevos focos de violencia en la capital. La lucha contra el narcoterrorismo requiere no solo la acción inmediata, sino también un cambio estructural que garantice el control del mercado ilegal de armas y fortalezca la presencia del Estado en las zonas más afectadas.
El mensaje es claro: la guerra contra el narcoterrorismo será larga y compleja, pero el gobierno parece decidido a no retroceder. Sin embargo, la pregunta clave es si las medidas implementadas serán suficientes para frenar una maquinaria criminal que no muestra señales de debilitamiento.