Nicolás Gabriel Soria, más conocido como «El Americano», seguirá detenido en el penal de Marcos Paz tras la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes de rechazar su pedido de excarcelación. Soria, quien es señalado como una figura clave en la desaparición de Loan Danilo Peña, un niño de 5 años, enfrenta acusaciones de integrar una organización dedicada a entorpecer la investigación y direccionar las declaraciones de testigos clave.
Las camaristas Selva Spessot y Mirta Sotelo ratificaron la decisión previa de la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, argumentando que Soria representa un claro riesgo de fuga y de obstaculización del proceso judicial. Según el fallo de 12 páginas, «la naturaleza del hecho y la capacidad económica del imputado para mantenerse en la clandestinidad justifican su prisión preventiva».
Un pasado lleno de interrogantes
Soria llegó a 9 de Julio días después de la desaparición de Loan, presentándose como integrante de una ONG contra la trata, agente de Interpol y de la DEA. Sin embargo, su única identificación era una licencia de conducir emitida en Miami, lo que despertó sospechas inmediatas. Su conducta, incluidas maniobras para interferir en procedimientos judiciales, consolidó su perfil como un potencial obstáculo para la investigación.
El supuesto agente enfrentó su primer conflicto con la Justicia al intentar resistir el traslado de menores desde un hotel en 9 de Julio, bajo la falsa bandera de representar a una fundación. Durante ese episodio, advirtió: «Esto va a traer conflicto con los Estados Unidos», intentando presionar a las autoridades locales.
Implicaciones en la causa y nuevas revelaciones
De acuerdo con la investigación, Soria y otros coimputados, como la abogada Elizabet Cutaia y Alan Cañete, habrían formado parte de un grupo estructurado con roles asignados para alterar el curso de la causa. Las pruebas apuntan a que utilizaban tácticas de manipulación emocional y económica para influir en testigos, ofreciéndoles dinero, viajes y estupefacientes.
Entre las maniobras atribuidas a Soria, destaca su intento de instalar la hipótesis de que la desaparición de Loan estaba vinculada al narcotráfico. Incluso buscó inculpar a Oscar López, actualmente preso por delitos relacionados con drogas. La investigación sostiene que Soria se valía de personas en situaciones de vulnerabilidad, manipulando sus testimonios con facilidad.
Riesgos procesales y solvencia económica
La Cámara Federal destacó que los ingresos de Soria, que oscilan entre 10.000 y 50.000 dólares por trabajos de logística, y sus constantes viajes internacionales lo convierten en un riesgo significativo para la causa. Su propuesta de residencia en Wilde fue considerada insuficiente, dado su historial de vida en Estados Unidos y su capacidad para eludir la acción de la Justicia.
Actualmente, de los nueve detenidos en la causa, sólo Soria permanece tras las rejas. Mientras la investigación avanza bajo la órbita federal, el caso de Loan Peña sigue desnudando redes de complicidad, manipulación y encubrimiento en uno de los episodios más oscuros del año en Argentina.