Las principales empresas de medicina prepaga anunciaron nuevos aumentos para mayo , con subas que oscilarán entre el 3,5% y el 3,9% , una vez más por encima del índice de inflación , que fue del 3,7% en marzo . Estas subas se suman a los incrementos aplicados en abril, que variaron entre un 2,2% y un 2,8% .
Desde febrero , las empresas tienen mayor margen para aplicar aumentos diferenciados según los planos , tras la publicación del Decreto 102/2025 , que avanza en la desregulación del sistema . El artículo 17 del nuevo marco normativo establece que las compañías podrán definir libremente los valores de las cuotas durante la vigencia del contrato, aunque con ciertos límites: la cuota de la última franja etaria no puede superar el triple de la primera , y debe haber planes disponibles sin límite de edad para nuevas afiliaciones o permanencias .
Omint informó un aumento estimado del 3,9% , mientras que Galeno aplicó un 3,5% , el Hospital Británico un 3,7% y Swiss Medical confirmó también una suba del 3,7% , que se trasladará además a los copagos de sus aviones.
Reordenamiento profundo y auditorías en marcha
En paralelo al aumento de cuotas, la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) , dependiente del Ministerio de Salud, intensificó los controles sobre obras sociales y prepagas. Como resultado, en lo que va del 2025 ya intervino ocho obras sociales , declaró en crisis a otras tres , y suspendió a más de 120 prepagas que estaban registradas formalmente pero no prestaban servicios reales .
Las intervenciones recientes alcanzaron a la Obra Social de Fotógrafos (actualmente frenada judicialmente) y la Obra Social del Personal de la Industria del Chacinado . Las tres declaradas en crisis son: la Obra Social del Personal del Fósforo y Afines , la Obra Social del Petróleo y Gas Privado del Chubut , y la Obra Social del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas .
La SSS también avanza en una reestructuración normativa que busca eliminar prácticas como la triangulación entre obras sociales y prepagas , una maniobra que generaba sobrecostos millonarios para los usuarios y distorsionaba el funcionamiento del sistema.
Con este escenario, se consolida una nueva etapa en la medicina privada y la seguridad social, donde la libre competencia , la auditoría permanente y la transparencia en los servicios serán claves para garantizar un sistema más equitativo, aunque no exento de tensiones por el impacto en el bolsillo de los usuarios.