Tras los violentos incidentes registrados en las inmediaciones del Congreso de la Nación, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ofreció declaraciones contundentes sobre la manifestación y la represión llevada a cabo por las fuerzas federales y de la Ciudad de Buenos Aires.
En una entrevista con LN+, Bullrich acusó a los manifestantes de haber asistido con la intención de desestabilizar al gobierno y descalificó la protesta como un intento de atentar contra el orden democrático. «Muchas de las personas en la marcha vinieron preparados para matar«, afirmó, señalando que entre los grupos presentes había barras bravas, sectores kirchneristas y personas con antecedentes criminales.
El operativo y la respuesta de Seguridad
La protesta derivó en enfrentamientos con la policía cuando manifestantes intentaron avanzar sobre el Congreso, según relató la ministra. «El intento fue de generar un lugar de boxeo, de piñas, de destrucción total y absoluta de la institucionalidad», denunció Bullrich, asegurando que los violentos intentaron tomar el edificio.
El operativo de seguridad se desplegó con la participación de las cinco fuerzas federales y la policía de la Ciudad. Según la ministra, los manifestantes estaban equipados con armas de fuego, armas blancas y miguelitos utilizados para atacar a los agentes y dañar patrulleros. Producto de los enfrentamientos, 15 efectivos resultaron heridos y 150 personas fueron detenidas, muchas de ellas con antecedentes penales.
Ley «Anti Barras» y medidas futuras
Bullrich adelantó que el gobierno avanzará con una legislación más severa para combatir a las barras bravas y grupos organizados. «Nosotros tenemos a punto para salir una ley anti barras que es muy dura y que mañana voy a endurecerla más todavía», anunció.
En ese sentido, reveló que mantuvo una conversación con el presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia, quien expresó su repudio a los hechos. «Tienen que salir a decir que van a echar a todos los que están asociados a los clubes y que hayan participado de esta marcha», indicó Bullrich, reforzando la idea de una prohibición total para los violentos.
Además, la ministra rechazó cualquier tipo de respaldo político a la protesta y señaló que algunos sectores sindicales estarían involucrados en la organización de los disturbios. «Estos grupos buscan destruir el orden democrático del país», advirtió.
«La violencia no se va a instalar nunca más en Argentina»
Finalmente, Bullrich aseguró que el gobierno no permitirá la violencia como método de protesta y que todos los responsables serán procesados con el máximo rigor de la ley. «Estamos preparando una ley más dura contra las barras bravas, una ley que prohíbe absolutamente cualquier tipo de vinculación con estas organizaciones violentas», sostuvo.
Con un tono firme, concluyó: «La violencia no se va a instalar nunca más en la Argentina», dejando en claro que la administración de Javier Milei no dará marcha atrás en su política de seguridad.
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