Pelloni recordó que el papa Francisco mencionó recientemente el caso de Loan, el niño desaparecido en Corrientes, como una posible víctima de redes de trata. «El tráfico de órganos existe más de lo que pensamos. Es un negocio que involucra clínicas, hospitales —especialmente psiquiátricos—, médicos, enfermeros, choferes de ambulancia, policías y abogados», afirmó.
Según la religiosa, este tipo de crímenes prospera debido al dinero que se mueve detrás de ellos, lo que impone un «silencio mayor». Su intervención dejó impactados a los líderes presentes, entre ellos la reina Rania de Jordania y el exvicepresidente estadounidense Al Gore, quienes escuchaban en la Sala Clementina del Palacio Apostólico junto al papa Francisco.
La vulnerabilidad de la infancia en Argentina
Pelloni describió un panorama alarmante sobre la infancia en Argentina. Señaló que, a pesar de que la Declaración Universal de los Derechos del Niño tiene rango constitucional desde 1989, en el país hay una brecha enorme entre la legislación y la realidad.
«La pobreza estructural genera violencias cada vez más complejas», advirtió. También apuntó contra la corrupción en las instituciones encargadas de proteger a los niños: «La violencia del abuso de poder en el Estado es la causa madre de la corrupción».
Denunció además el fracaso del sistema de adopción, donde «en muchos casos, hay corrupción y venta de niños por sumas impensables».
Trata, explotación y narcotráfico
Pelloni abordó otros aspectos críticos como:
- Subrogación de vientres: la definió como una «explotación de la vida y dignidad humana» que, en algunos casos, se usa como mecanismo para la venta de bebés por internet.
- Trabajo infantil y narcotráfico: alertó sobre niños en villas que, desde los 10 años, son utilizados para vender droga, mientras que otros roban para consumir. «Cada vez es mayor la cantidad de niños que no van a la escuela», lamentó.
- Explotación sexual y tráfico de órganos: denunció la existencia de menores vendidos para la prostitución, secuestrados para la pedofilia o utilizados para el tráfico de órganos.
«La justicia protege a los ricos»
Pelloni también visibilizó la explotación infantil en el trabajo rural, señalando que niños bolivianos son llevados a Argentina para cosechar tomate y pimiento en condiciones inhumanas. «Viven en campos de ricos muy pobremente y sufren el abuso de los agrotóxicos, lo que ha causado muertes y malformaciones al nacer», afirmó.
«La justicia pone la balanza en la defensa de los ricos», denunció con firmeza.
Por último, hizo un llamado a la lucha social y se sumó a la convocatoria del papa Francisco para el Jubileo 2025, con la esperanza de encontrar «el camino de la paz». Sus palabras fueron recibidas con una ovación.