Un grupo de pilotos y técnicos de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) se encuentra en Estados Unidos recibiendo entrenamiento especializado para operar y mantener los aviones de combate F-16 adquiridos por el Gobierno de Javier Milei en abril de 2024. La capacitación se realiza en el centro de entrenamiento de la empresa Top Aces, en Mesa, Arizona, y representa un paso clave en la renovación del poder aéreo nacional.
El programa incluye entrenamiento teórico, prácticas con herramientas de mantenimiento, sesiones en simuladores de vuelo y vuelos reales. Los pilotos también están siendo instruidos en tácticas de combate aéreo, guerra electrónica, vuelo nocturno y reabastecimiento en vuelo. Como paso previo, completaron un curso intensivo de inglés técnico en la base aérea de Lackland, Texas.
En una segunda fase, se trasladarán a Dinamarca, específicamente a la base aérea de Skrydstrup, donde operan actualmente los 24 F-16 que serán transferidos a Argentina. Allí realizarán el entrenamiento tipo “sobre el hombro”, volando junto a pilotos daneses para afinar sus capacidades en misiones reales.
La operación, valuada en 300 millones de dólares, incluye además repuestos, armamento, soporte logístico y formación integral del personal. Es la mayor incorporación de material aéreo en más de 40 años para la FAA, y se interpreta como un gesto geopolítico de alineamiento con Estados Unidos y la OTAN.
Los primeros F-16 estarán operativos en la VI Brigada Aérea de Tandil, aunque se evalúa su posterior redistribución a otras bases. Se espera que estén plenamente integrados al sistema de defensa argentino a fines de 2026.
Con esta adquisición, Argentina recupera capacidad de disuasión aérea y se posiciona entre los países latinoamericanos con tecnología de cuarta generación en combate, tras décadas de retroceso militar.