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Polémica por textos distribuidos en escuelas bonaerenses: denuncias y defensas enfrentadas

Legisladores, especialistas y funcionarios debaten los límites de la literatura en el aula tras la denuncia penal contra Axel Kicillof y Alberto Sileoni.

por masquenoticiasesquina
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La distribución de textos literarios en el marco del programa Identidades Bonaerenses ha generado una intensa controversia en la provincia de Buenos Aires. La diputada nacional Patricia Vásquez presentó una denuncia penal contra el gobernador Axel Kicillof y el ministro de Educación provincial, Alberto Sileoni, argumentando que parte del material difundido contiene contenido inapropiado para menores, violando derechos fundamentales.

La denuncia y sus fundamentos

Vásquez señaló que el libro Cometierra, de Dolores Reyes, incluye “actos sexuales explícitos y lenguaje inapropiado” que no serían aptos para el ámbito escolar. Según la diputada, el contenido vulnera los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño, en particular los artículos que exigen proteger a los menores de materiales perjudiciales para su desarrollo.

“La distribución de este material es irresponsable y demuestra una falta de análisis por parte del Estado provincial,” expresó Vásquez. Además, cuestionó la ausencia de un marco pedagógico que regule la pertinencia de los textos y exigió que se investigue la posible comisión de delitos relacionados con el incumplimiento de deberes de funcionario público.

Críticas desde organismos civiles

La Fundación Natalio Morelli, dedicada a la defensa de los derechos de niños y adolescentes, respaldó la denuncia, calificando la situación como “una degeneración”. Su presidenta manifestó preocupación por la falta de filtros adecuados en la selección del material.

La defensa del gobierno bonaerense

El gobernador Kicillof, en un gesto de respaldo al programa, publicó en sus redes sociales una foto leyendo Cometierra y calificó las críticas como un intento de censura. “Qué mejor que un domingo de lluvia para leer buena literatura argentina. Sin censura”, expresó.

Por su parte, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, argumentó que la colección no está dirigida a los estudiantes sino a docentes y bibliotecarios como herramientas pedagógicas. “No son libros de educación sexual, sino de literatura,” afirmó en declaraciones radiales.

Un debate de fondo

El conflicto trasciende el ámbito provincial, abriendo el debate sobre los límites entre la literatura y los contenidos aptos para niños y adolescentes en el contexto escolar. Los críticos insisten en la necesidad de un análisis riguroso para garantizar que los textos respeten el desarrollo emocional y cognitivo de los menores.

Por otro lado, defensores del programa advierten contra los riesgos de censura y destacan la importancia de acercar a los jóvenes a una literatura que refleje realidades sociales y culturales complejas.

Próximos pasos

La denuncia penal presentada por Patricia Vásquez será investigada por la Fiscalía General de La Plata, lo que podría derivar en medidas judiciales contra las autoridades provinciales. Mientras tanto, el programa Identidades Bonaerenses continúa siendo objeto de intenso escrutinio público y político, en un contexto de creciente polarización en torno a la educación y los derechos de los menores.

El desenlace del caso podría sentar un precedente clave para la regulación de los contenidos educativos en la Argentina.

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