La indignación de usuarios y comerciantes correntinos frente a los aumentos desmedidos en las facturaciones de la energía eléctrica no cesa. Desde hace dos semanas, la sede de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC), ubicada en la peatonal Junín, ha sido epicentro de manifestaciones que exigen respuestas ante lo que consideran un tarifazo injustificado y una gestión deficiente.
El detonante del conflicto no solo reside en los incrementos en las boletas, sino también en la falta de control sobre el consumo energético por parte de quienes no pagan. Según trascendió antes de la audiencia pública del 13 de diciembre, más de 25.000 usuarios de altos recursos en la provincia estarían consumiendo energía sin abonar el correspondiente pago. Además, la DPEC habría autorizado 16.000 conexiones directas, es decir, sin medidores instalados, lo que agrava la situación.
Reclamos del sector comercial
Uno de los sectores más afectados por esta problemática es el comercial. Varios propietarios han alzado la voz para denunciar incrementos que consideran abusivos en sus facturaciones. Un comerciante llamó a sus colegas a no bajar los brazos y continuar con las protestas. «Estamos pagando por quienes no lo hacen. Es indignante que seamos siempre los mismos los que cargamos con el peso de estas subas», señaló.
Manifestaciones en aumento
El lunes pasado, usuarios y comerciantes se congregaron por segunda semana consecutiva frente a la sede de la DPEC. Las protestas reflejan el creciente malestar social ante lo que consideran una doble injusticia: el impacto económico de las tarifas y la falta de equidad en la gestión del servicio eléctrico.
Una situación sin resolver
El descontento también tiene su origen en la percepción de inacción por parte de las autoridades de la DPEC. Hasta el momento, la empresa no ha ofrecido explicaciones públicas ni medidas concretas para abordar las denuncias sobre las conexiones irregulares o los incrementos tarifarios.
El caso de Corrientes pone en evidencia la necesidad de un control más eficiente sobre el sistema energético, que garantice no solo la sustentabilidad económica de la empresa, sino también la equidad para todos los usuarios. Mientras tanto, las protestas prometen continuar hasta obtener una respuesta concreta.
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