Este viernes, en el Campus de Resistencia de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), estudiantes autoconvocados, agrupados, docentes y no docentes iniciaron una toma simbólica de 24 horas sin cese de actividades. La medida incluye clases públicas, conversatorios y intervenciones con carteles en el marco de la defensa de la educación pública y en rechazo al desfinanciamiento planteado por el gobierno nacional.
Los accesos vehiculares al campus, ubicado sobre la avenida Las Heras, estarán cerrados durante la protesta, aunque los accesos peatonales permanecerán habilitados. La toma fue organizada con un cronograma detallado de actividades y cuenta con el apoyo de diversos sectores de la comunidad universitaria.
El conflicto se extiende a nivel nacional
La situación en la UNNE no es un caso aislado. La protesta se enmarca en un conflicto más amplio que afecta a numerosas universidades nacionales, desencadenado por el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario. La medida, impulsada por el presidente Javier Milei, ha generado una serie de manifestaciones en todo el país, con estudiantes y docentes reclamando la ampliación de los fondos destinados a las instituciones educativas.
En la Universidad de Buenos Aires (UBA), la situación ha alcanzado niveles críticos, con ocho facultades que ya han tomado medidas de fuerza, incluyendo la Facultad de Derecho, históricamente menos conflictiva. Este hecho marca un momento histórico en las protestas dentro de la universidad.
La medida de fuerza también se ha extendido a otras universidades del país, como las de La Plata (UNLP), Córdoba (UNC), San Luis (UNSL), Tucumán (UNT), Mar del Plata (UNMdP), Comahue (UNComa), Salta (UNSa), San Juan (UNSJ) y varias del conurbano bonaerense, como Luján (UNLu), General Sarmiento (UNGS), Avellaneda (Undav) y José C. Paz (Unpaz).
Rechazo al veto presidencial
El veto a la ley de financiamiento universitario ha sido el detonante de este conflicto, con el reclamo principal centrado en la falta de recursos para las universidades públicas. Estudiantes y docentes exigen que se destinen más partidas presupuestarias para garantizar la calidad y el funcionamiento de las instituciones.
Las universidades ya venían enfrentando dificultades presupuestarias que afectaban el mantenimiento de infraestructuras, el acceso a recursos académicos y el salario de los docentes. El veto presidencial, que impidió la sanción de una ley que buscaba fortalecer financieramente a las universidades, ha profundizado estas tensiones.
Plan de lucha y medidas de fuerza
El Frente Sindical de Universidades Nacionales ha anunciado la profundización del plan de lucha, con un nuevo paro programado para el 17 de octubre. En un comunicado, afirmaron: “Nos han privado de la herramienta de la Ley de Financiamiento Universitario, y vamos a disputar este escenario con el gobierno nacional”.
El conflicto promete continuar, mientras los reclamos salariales y las demandas por un presupuesto adecuado para las universidades públicas siguen siendo el eje central de las protestas.