En una jornada clave en el ámbito judicial, Ricardo Jaime, exsecretario de Transporte durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, se presentó en los tribunales de Comodoro Py para comenzar a cumplir su condena de seis años de prisión. La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó su última apelación, confirmando su sentencia por su responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once, en la cual murieron 51 personas y resultaron heridas más de 700.
Jaime, de casi 70 años, llegó a los tribunales junto a sus abogados y se presentó ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2), que le había otorgado un plazo para iniciar el cumplimiento de su condena. La defensa de Jaime solicitó que se postergara su detención argumentando razones de salud y su edad avanzada, lo cual permitiría la opción de prisión domiciliaria; sin embargo, el pedido fue denegado por el juez Rodrigo Giménez Uriburu, quien firmó la orden de traslado del exfuncionario a una cárcel federal.
Una condena emblemática en el caso Once
Jaime fue uno de los primeros funcionarios kirchneristas en enfrentar prisión efectiva por delitos de corrupción, tras ser arrestado en 2016 por el juez Julián Ercolini. En 2015, el TOF 2 lo sentenció a seis años de cárcel por administración fraudulenta en relación al accidente de Once. Aunque la Cámara Federal de Casación Penal aumentó esta pena a ocho años, una posterior revisión la ajustó a cinco años. Esta condena reciente, confirmada por la Corte, marca su regreso a prisión luego de haber sido liberado en 2022 tras cumplir casi siete años detenido.
Pedido de prisión domiciliaria
El abogado de Jaime solicitó nuevamente la prisión domiciliaria debido a su estado de salud y edad avanzada. El tribunal estableció que el Cuerpo Médico Forense evaluará al exfuncionario, para determinar si su estado amerita esta modalidad de arresto. No obstante, el TOF 2 señaló que la sentencia firme no puede suspenderse sin un fundamento médico sólido.
Otras causas pendientes
Jaime enfrenta varias causas relacionadas con corrupción, entre ellas la compra de trenes en desuso y la aceptación de dádivas. En septiembre de 2022, fue condenado por el presunto cobro de sobornos para la construcción de un tren bala, un proyecto que no llegó a concretarse. A estas condenas se suma su procesamiento en el caso “cuadernos de la corrupción,” donde está implicado junto a altos exfuncionarios y empresarios.
La orden de cumplimiento de la sentencia en el caso Once refuerza las acciones judiciales contra la corrupción, en una condena que simboliza la gravedad de la tragedia y el compromiso con la responsabilidad estatal.