En un contexto social cada vez más demandante, la salud mental de los adolescentes se vuelve un eje esencial para su desarrollo integral. Maricel Pérez Alegre, docente de Psicología en una escuela secundaria de Corrientes, reflexionó en diálogo con República de Corrientes sobre el papel que deben asumir los educadores y las instituciones en el acompañamiento emocional de los jóvenes.
“Es una etapa llena de cambios, conflictos y búsqueda de identidad”, señaló, al tiempo que cuestionó: “¿Estamos los docentes haciendo todo lo posible para acompañarlos?”.
Uno de los temas que más preocupa a la especialista es la presión que ejercen las redes sociales sobre la imagen corporal y el estilo de vida. La necesidad de aprobación externa, especialmente a través de los “me gusta”, puede derivar en problemas de ansiedad, depresión y baja autoestima.
Pérez Alegre subraya que la escuela no puede limitarse al aprendizaje académico: debe ser también un espacio emocional seguro. “Es urgente implementar estrategias que prioricen el bienestar psicológico de los estudiantes”, afirmó, y propuso dedicar momentos diarios al diálogo emocional, promover la escucha activa y validar las emociones de los alumnos.
Además, advirtió sobre señales de alerta como tristeza persistente, cambios de ánimo abruptos, alteraciones en el sueño, trastornos alimenticios o conductas de riesgo. Estos síntomas, dice, exigen un acompañamiento integral y profesional.
La docente también remarcó la necesidad de fomentar la autonomía y celebrar los logros individuales, por pequeños que sean. “Brindar amor, aceptación y apoyo incondicional es un pilar esencial para fortalecer la autoestima”, explicó.
Por último, insistió en el trabajo conjunto entre escuela y familia. “La salud mental de nuestros adolescentes debe ser una prioridad. Solo con un enfoque colectivo podremos ofrecerles herramientas para enfrentar el mundo actual con confianza y seguridad”,concluyó.