La desaparición de Loan, un niño de 5 años, mantiene en vilo a la localidad correntina de 9 de Julio y al país entero. Han pasado más de seis meses desde que se perdió su rastro tras adentrarse en un naranjal cercano a la casa de su abuela, en compañía de otros niños. A pesar de intensas búsquedas y múltiples hipótesis, el caso sigue envuelto en misterio y dolor.
Las teorías que rodean el caso
La Justicia investiga varias hipótesis que intentan explicar lo sucedido aquel fatídico día:
- Secuestro vinculado a redes de trata de personas: Una posibilidad que activó operativos coordinados con organismos nacionales para desarticular posibles redes delictivas.
- Accidente encubierto: Existe la teoría de que Loan pudo haber sufrido un accidente en el naranjal y que su cuerpo haya sido ocultado por miedo a represalias.
- Delito premeditado: Una línea de investigación apunta a la posible participación de terceros en un plan deliberado para desaparecer al menor.
Antonio Benítez, en el centro de las sospechas
Entre los principales señalados se encuentra Antonio Benítez, tío político de Loan y última persona en verlo con vida. Detenido desde los inicios de la causa, Benítez enfrenta acusaciones de abandono de persona y otras pruebas circunstanciales que lo vinculan a hechos sospechosos.
Benítez solicitó recientemente su excarcelación y prisión domiciliaria, argumentando la falta de pruebas contundentes. Sin embargo, la Cámara Federal de Apelaciones rechazó ambas solicitudes, citando su conducta evasiva y el potencial impacto negativo sobre su hijo menor, quien podría aportar información relevante al caso.
Declaraciones previas del acusado, como la frase «Yo sé su punto débil», generaron suspicacias, alimentando la teoría de que Benítez podría estar protegiendo a otros implicados.
Una comunidad en angustia
La desaparición de Loan ha movilizado a la comunidad de 9 de Julio, donde vecinos y organizaciones sociales exigen respuestas claras. Manifestaciones y marchas han visibilizado el caso, pero la incertidumbre persiste, intensificando la desesperación de su familia.
La última vez que Loan fue visto, se encontraba a tan solo 600 metros de la casa de su abuela. A pesar de extensos operativos, la falta de hallazgos definitivos mantiene abierta una herida que exige justicia y verdad.
La urgencia de esclarecer el caso
Más de 180 días de búsqueda sin resultados concretos representan no solo un desafío para la Justicia, sino también un recordatorio de la necesidad de reforzar los mecanismos de prevención y reacción ante desapariciones. Loan se ha convertido en un símbolo de lucha, y su caso subraya la importancia de evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse.
Con cada día que pasa, la comunidad y el país entero esperan que este angustiante misterio sea finalmente resuelto.