Nahuel Sotelo, secretario de Culto y Civilización, expuso una fuerte crítica al gobierno de la provincia de Buenos Aires encabezado por Axel Kicillof, al revelar una millonaria deuda con el sistema sanitario que afecta gravemente el funcionamiento de hospitales públicos de gestión compartida con Nación. En una entrevista con el medio Neura, Sotelo afirmó que el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) —obra social bajo control del gobierno bonaerense— le debe 4 mil millones de pesos al Hospital Garrahan, uno de los centros pediátricos de mayor referencia del país.
“Después levantan la bandera de la salud”, ironizó el funcionario, poniendo en evidencia la contradicción entre el relato kirchnerista y el accionar de su administración. El Garrahan viene atravesando desde hace años una profunda crisis marcada por la falta de personal, bajos salarios y carencia de insumos, situación que se agrava ante la falta de pagos provinciales.
Sotelo también detalló que la deuda del gobierno de Kicillof no se limita al Garrahan, sino que se extiende a otros cinco hospitales de gestión compartida ubicados en zonas vulnerables del conurbano bonaerense: en Cañuelas, La Matanza (2), Florencio Varela y Esteban Echeverría. En total, la deuda con estas instituciones asciende a 149 mil millones de pesos.
Estos hospitales están emplazados en la Tercera Sección Electoral, un territorio históricamente dominado por el peronismo y donde la necesidad de un sistema de salud robusto es clave para la población. Sotelo criticó duramente la “peligrosa priorización política” que evidencia el incumplimiento de obligaciones básicas del Estado con estos centros asistenciales.
Mientras tanto, desde el gobierno nacional que encabeza Javier Milei se busca contener y resolver parte de esta crisis, pero la situación heredada es compleja. El contraste entre los discursos públicos del kirchnerismo en favor de lo estatal y los datos concretos de su gestión, plantea serias dudas sobre la verdadera prioridad que la salud pública tiene en su agenda.