Esta mañana, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, embistió con dureza contra su par argentino, Javier Milei, reclamándole que “pida disculpas” a su país y a él mismo por haber dicho “muchas tonterías”. Las declaraciones de Lula suben la tensión diplomática entre los dos socios principales del Mercosur, cuya relación ya venía complicada por el caso de los militantes identificados con Jair Bolsonaro que fueron condenados por la justicia brasileña y se refugiaron en Argentina.
El gobierno argentino respondió rápidamente a las declaraciones del presidente brasileño. “El Presidente no ha hecho nada de lo que tenga que arrepentirse”, afirmó esta mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la conferencia de prensa matutina en la Casa Rosada, en Buenos Aires.
Lula fue contundente en sus declaraciones: “No conversé con el presidente de Argentina porque creo que él debe pedirle disculpas a Brasil y a mí. Dijo muchas tonterías. Sólo quiero que él pida disculpas. Yo quiero a Argentina, es un país que me gusta mucho, es un país muy importante para Brasil, y Brasil es muy importante para Argentina. No es un presidente de la República quien va a crear cizaña entre Brasil y Argentina”. El presidente brasileño agregó que “el pueblo brasileño y argentino es mayor que los presidentes. Ellos quieren vivir bien, quieren vivir en paz. Si el presidente de Argentina quiere gobernar Argentina está bien, que no intente gobernar el mundo”, refiriéndose a la falta de contacto con Milei en la cumbre del G7 en Italia.
En relación al caso de los activistas bolsonaristas, Lula mencionó que su gobierno trata “con mucha diplomacia” el asunto, considerando la posibilidad de solicitar formalmente la extradición de aquellos con sentencias firmes o que “en caso de que no quieran venir, que vayan presos en Argentina”.
Las relaciones entre Lula y Milei han sido tensas desde la campaña electoral. El líder libertario argentino ha lanzado duras críticas contra el presidente brasileño, describiéndolo como un “zurdo salvaje que apoya dictadores, tipos que violan los derechos humanos, autócratas con sus manos manchadas de sangre”.
Ambos mandatarios se encontrarán nuevamente el próximo 8 de julio en Asunción, en el marco de la cumbre semestral del Mercosur, donde se espera que la tensión diplomática continúe siendo un tema central.