La ciudad correntina de Goya se encuentra en el centro de una creciente controversia política tras la condena del concejal Guillermo Américo Córdoba, del Partido Justicialista, a 13 años de prisión en suspenso por abusos sexuales. A medida que avanzan los días, la presión para remover al edil del Concejo Deliberante aumenta, mientras que sectores políticos enfrentan la disyuntiva de cómo manejar el caso en un contexto de tensiones internas.
El fallo fue emitido el pasado lunes por los jueces Jorge Carbone, Julio Duarte y Ricardo Carbajal, quienes encontraron a Córdoba culpable de abusar sexualmente de tres mujeres en un contexto de militancia política en el Movimiento Evita. Los delitos imputados incluyen abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual simple en concurso real.
Frente a este escenario, la política local comenzó a movilizarse rápidamente. El concejal liberal Marcelo Frattini anunció que en la sesión del próximo miércoles se presentará una propuesta para suspender a Córdoba, como paso previo a un juicio político que podría resultar en su expulsión. Sin embargo, este caso ha expuesto fisuras dentro del oficialismo, ya que abrir el debate sobre la condena de Córdoba también pondría en la mesa la discusión sobre otro concejal, Juan Domingo González, un peronista aliado a la coalición ECO, quien fue condenado hace dos años por incumplimiento de deberes de funcionario público, pero cuya condena tampoco está firme.
La situación ha generado una “hirviente controversia” en el Concejo Deliberante de Goya. Por un lado, los aliados políticos de Córdoba dentro del oficialismo se encuentran en una disyuntiva: expulsar a uno de sus miembros condenado, lo que podría abrir un precedente para el tratamiento de otros casos similares. Por otro lado, el Partido Justicialista provincial ya le ha retirado públicamente su apoyo, emitiendo un comunicado en el que expresa su solidaridad con las víctimas y demanda el apartamiento inmediato de Córdoba.
De concretarse la expulsión, su reemplazo en el cuerpo legislativo recaería en Oscar Ferrero, del Frente Renovador, quien es visto con mayor simpatía dentro del oficialismo por su “disciplina partidaria”. Mientras tanto, la discusión sobre el futuro de Córdoba mantiene en vilo a la política local, con los posicionamientos a favor y en contra de su expulsión creciendo con cada hora que pasa.
La próxima sesión del miércoles promete ser crucial para definir no solo el destino del concejal condenado, sino también el rumbo político de Goya, donde las alianzas y lealtades están siendo puestas a prueba en medio de este escándalo.